
·S9 E1543
Mis manías
Episode Transcript
Hoy te cuento mis manías, lo que, bueno, vamos llamando cada vez más tocs, utilizando la palabra esa sacada del diagnóstico psicológico o psiquiátrico.
Han sido recogidas por mí con la ayuda de personas de mi entorno y seguro, segurísimo, que en un futuro tendré que hacer una segunda parte, porque me van a salir más.
Pues puede ser, porque no creo que estén todas.
Comienza Bala Extra con Pedro Sánchez.
Buenos días, hoy es miércoles 24 de septiembre de 2025 y este es el capítulo 1543 de Bala Extra.
Un podcast sobre mis cosas que en el fondo son las tuyas.
Y hoy vamos, sí.
Con mis manías.
Mirad, algunas ya las conocéis porque además es que me las habéis recriminado en la comunidad de Bala Extra.
Y es que, como me dé por poner acentos, tenemos un problema Houston.
Esto se exacerba de una manera descomunal si estoy paseando por una calle de Iparralde, de Francia, del país vasco francés.
Porque claro, los carteles están en francés.
Mi francés es lamentable, pero no sabéis lo bien que pongo el acento leyendo los carteles de las calles.
Es una cosa increíble.
Relacionado con esto, como me ponga en formato, esto necesita alguien a mi lado.
¿Vale?
Alguien que vaya de mi manita o al lado o lo que sea.
Yo voy leyendo lo que aparece en las puertas de las furgonetas, los carteles de los comercios, los carteles de la vía pública que están ahí puestos por los ayuntamientos o por una entidad cultural o un cartel de una representación teatral que va a haber.
Cualquier cosa que esté escrita por la calle.
Cualquier cosa.
Un anuncio de compraventa de una casa en un balcón.
Yo la leo.
Y si está en otro idioma, vamos, eso ya, como digo, es el combo perfecto.
Porque pongo el acento y leo el cartel.
Una costumbre que ya no es fácil observarme, me pasa a veces cuando voy a una tasca de mi pueblo que tiene un periódico en euskera que es de distribución gratuita y dejan ahí un tocho con 100 ejemplares por decir algo.
No es que coja el segundo ejemplar, porque sé que el primero alguien lo ha cogido, lo ha ojeado y lo ha vuelto a dejar en el montoncito.
No, no, no.
Yo necesito coger como del...
décimo, decimoprimero en adelante.
Además es que funciona muy bien.
Tú levantas el tochito de periódicos de arriba y tiras y sale perfecto.
Esto lo he hecho siempre.
Cuando yo compraba el diario El País los fines de semana, cuando compraba el correo a veces a diario, yo necesito, no voy a decir que como si fuera un lord inglés que me planche en el periódico para que el periódico cruja luego el papel.
Que tampoco me gustaría porque significaría que mi mayordomo me ha estado abriendo el periódico para poder plancharlo y quiero el periódico virgen.
Lo voy a decir así, es una expresión un poco así, pero yo quiero mi periódico.
Por eso no suelo ojear más que la portada cuando en un bar veo un periódico.
Es asco, no es asco exactamente.
Pero es uno de los motivos por los que tampoco soy un fanático de los libros de las bibliotecas.
Entonces sí que puede haber un poco de quién ha estado manoseando esto antes.
En el caso de los periódicos es que me gusta esa forma que no se ha visto modificada en ningún momento porque viene el taco de periódicos pues retractilado con un par de Cuerdas, no son cuerdas, no sé cómo llamarlo, de cintas, de cintas plásticas, se rompe con una tijera por arriba, se retiran las dos cintas y ahí están los periódicos acumulados.
Entonces, yo no quiero el de arriba, tampoco querría el de abajo del todo, no quiero ninguno de los dos que ha estado hacia el exterior, quiero el que está más en medio.
Cuanto más en medio, mejor, y que esté soportando peso en el momento en que yo lo cojo, porque así lo cojo y está completamente planchadito.
En las neveras de los supermercados, sobre todo con los productos pequeños, ya entenderéis que esto que voy a decir, por ejemplo, con los paquetes de seis leches que vienen retractilados en plástico, pues no me pongo a rebuscar debajo, porque además esos palets suelen tener la misma fecha de consumo preferente.
No ganas nada tampoco.
Pero normalmente no suelo coger el que está en primer lugar.
Desde luego, cuando hablamos ya de yogures, otro tipo de postres lácteos, lo que sea, que se coja de una nevera, yo voy a coger detrás o voy a coger detrás y debajo.
Dos cuestiones que creo que pueden estar detrás de esto porque yo no lo hago conscientemente.
Está más frío, me da más tiempo a transportarlo a casa sin romperle la cadena de frío.
Y en segundo lugar, ostensiblemente más frío.
No podéis comparar el yogur que está ahí a la vista, aunque ahora ya les empiezan a poner puertitas y eso tiene sentido.
Pero no podéis comparar el yogur que está ahí dentro de la zona de frío, pero dando la cara hacia el exterior, que el que está dos filas más para adentro.
Y luego que uno me va a caducar el día 3 de octubre y el otro me va a caducar el 18 de octubre.
Entonces me da mucho más margen.
Pero ¿por qué, Pedro, si te lo vas a comer antes?
Es más reciente y yo lo quiero.
Y además está más para adentro.
Lo ha colocado ahí la reponedora o el reponedor y yo lo saco de ahí, lo rescato y me lo llevo.
A veces muevo los yogures de delante, cojo y vuelvo a colocar los yogures.
Yo creo que ya en algunas tiendas, en el Mercadona y en el Eroski de Puente de la Basconia, donde yo compro, si alguno compráis por ahí, pues me saludáis un día.
Yo creo que me tienen catalogado.
No sé si hay cámaras como en una serie que estoy viendo que os recomiendo.
Por cierto, es una serie española razonablemente bien hecha.
Es una especie de silo a la española que es la de Refugio Atómico, creo que se llama.
La está promocionando mucho Netflix porque es de los mismos productores que La Casa de Papel.
¿Por qué he metido aquí la cuña de la serie?
No me acuerdo qué estaba diciendo.
Madre mía, cómo están las cabezas.
Madre mía, cómo están las cabezas.
Sí, ah, bueno, porque hay cámaras por todas partes y están todos vigilados.
No sé, si hay cámaras, me ven.
Me ven a hacer esto y dicen, ya viene el...
Si a ti cuando vas a la óptica y te compras unas gafas te dan una...
cajita para esas gafas yo que hasta hace poco he tenido sobre todo gafas de la marca esta Ray -Ban eran diversas cajas Ray -Ban pero cada una, estuches más que cajas, estuches de gafas pero cada una tiene la suya la mayor parte de las veces acomodada a su forma ya si te cambias de marca como he hecho con las últimas, unas que son fotos sensibles que os he hablado de ellas de Emporio Armani por favor Es que no tiene nada que ver la manera en que una marca y otra guardan sus gafas.
Entonces, imposible.
Es imposible.
¿En qué casos me puede pasar?
Pues si me he dejado uno de los estuches en casa, por ejemplo, el de las gafas que llevo, y me quiero poner otras gafas, no voy a dejar las otras sueltas en la mochila.
Entonces, las protejo de alguna manera, pero me da verdad...
Bueno, me sacan sarpullidos.
Me salen sarpullidos.
De tal manera que yo llevo normalmente el estuche de las gafas que llevo puestas, Y las gafas de repuesto en su propio estuche, ¿vale?
Que así luego la gente me pregunta, ¿pero por qué vas siempre con la mochila?
Yo tengo una mochila plana que luego me copió Emilio.
Emilio, me la copiaste, tú lo sabes, y estás contento de narices porque es que es una mochila maravillosa, de esas planitas, planitas, planitas, planitas, que luego si quieres hacer un viaje o alguna historia, un fin de semana, le abres unas cremalleras y se hace boom, así, acordeón, y te sirve.
Y te sirve para meter más cosas.
Pues ahí van mis estuches de gafas.
No soporto que una mesa coge.
No lo soporto.
Ni para trabajar, ni mucho menos para tener una buena experiencia en un restaurante.
Como yo vaya a un restaurante que además estoy poniéndole...
Intensidad, porque sé que es un restaurante majo, donde voy a tener una buena experiencia gustativa, con la compañía, con el ambiente, la temperatura, la calidad de la comida.
¿Y la mesa cojea?
La mesa no puede cojear.
Estamos locos.
Se me olvida un poco si alguien o yo mismo, porque si nadie lo resuelve, lo tengo que resolver yo mismo, meto un taco de servilletas de papel, un trozo de papel, un algo.
A veces he llegado, depende de la altura de la mesa, he llegado a poner las piernas un poco estiradas para que la mesa no se moviera.
Yo no puedo comer en un sitio que se está moviendo, que estamos en un barco.
Por favor.
Y luego...
Anotado en la misma lista está que cualquier cosa con posición lógica por su diseño tiene que estar así.
Tiene que estar así.
Ya no os cuento cómo está el pobre Guillermo perseguido por mí respecto a que cuando saca un lavaplatos las cosas tienen un sitio, no tienen dos.
Incluso tienen una posición, las tazas dentro del armario tienen que tener una posición en función de las asas para impedir que luego si vas a sacar un...
vaso de al lado choque con ese asa por ejemplo y por supuesto no puedo tener a mi alrededor ningún reloj que no esté dando bien la hora y aunque es verdad eso que dicen de que hasta los relojes estropeados dan la hora bien dos veces al día a mí nunca me pillan esas dos veces siempre los veo en la hora equivocada y me hace mucho daño así que inmediatamente hay que cambiar de pila o si no el reloj se descuelga temporalmente Hasta que se compren las pilas y se les pongan.
Porque uno es así, ¿qué le vamos a hacer?
Tú tienes manías también, estoy seguro.
Si no tienes manías es que eres una despreocupada o un despreocupado.
Me podrías contar tus manías.
Me las puedes mandar por correo o puedes entrar en la comunidad de Telegram.
Pero cuéntamelas, por favor.
O me las dices por Telegram directamente si no quieres que el resto de la gente las lea.
Cuéntamelas.
No puedo ser el único hombre en el mundo, la única persona en el mundo con este tipo de cosas.
Y me quieren hacer ver que sí, pero yo digo que no.
Esto ha sido todo por hoy en Bala Extra, una producción de Milcar FM.
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Gracias por tu tiempo y hasta mañana.