Hay podcasts que te cambian la vida.

Historias en audio que emocionan.

Que nos ayudan a pasar al rato.

Que nos divierten.

Otros despiertan el bichito de la curiosidad.

Son un antes y un después.

Se vuelven piezas esenciales de nuestra vida.

Queremos volver a nuestras historias favoritas

El silencio tiene muchas formas y muchas maneras de manifestarse

Antología de lo íntimo

A esos le llamamos...

los podcast que nos formaron.

En la tercera temporada, decidimos abrir el juego.

Lo primero que recuerdo de mi llegada a Bogotá es el frío.

Un helaje constante que me hacía doler las costillas y mantenía mi nariz húmeda como la de un perro.

Otro recuerdo eran las hordas de niños gamines caminando por las calles del centro.

La primera vez que María Álvarez estuvo profesionalmente detrás de una cámara fue para filmar una serie que nunca se exhibió.

Quisimos hacer algo distinto.

Convocar a oyentes y colegas a postular ideas.

La vida viaja de un cuerpo a otro.

De una forma a otra.

Durante muchos años, La Habana fue la ciudad de mis regresos.

El lugar donde yo vivía y, por tanto, llegar significaba el fin del viaje, vuelta a la rutina.

Recordar esto, que a veces es como que se pierde en la nebulosa, que es que la cárcel es solo privación de libertad.

Todos los demás derechos deben estar garantizados, entre ellos el derecho a la comunicación.

Transgredir los límites y,¿ por qué no?, intentar sonar más experimentales.

Memoir, ensayo, diario personal, nunca, nunca he usado el yo en podcast, en documental.

Hindenburg presenta Los podcasts que nos formaron