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¿Cómo tramitar el duelo?
Episode Transcript
Soy Roberto Pombo.
Bienvenidos a Mis Preguntas, un programa de Prisa Media patrocinado por CAFAM, aliado estratégico en el crecimiento de más de 40.000 empresas en Colombia.¿ Cómo tramitar el duelo?
A pesar de que la muerte es parte natural del ciclo de la vida, la partida de un ser querido sigue siendo un momento difícil de transitar para la mayoría de personas.¿ Por qué son tan importantes los rituales que hemos creado los humanos para transitar mejor el duelo?
Para este capítulo hablamos con Jorge Gómez, médico terapeuta neural y acompañante en duelos.
con la escritora Piedad Bonet, con el psicólogo, filósofo y antropólogo César Gómez, con Angélica Bernal, psicóloga magíster en bioética, con Elisa Kracht, psicóloga clínica magíster en salud mental y con Orlando Valencia, autor de El maravilloso regalo de descansar.
Soy Roberto Pombo y este es el capítulo 166 de Mis Preguntas.
Bienvenidos.
La muerte es una de las pocas certezas que tenemos en la vida.
Desde que estamos en la escuela, nos enseñan que el ciclo de vida consiste en nacer, crecer, reproducirse y finalmente morir.
Y aunque es así, la muerte también sigue siendo la fuente de grandes incógnitas de la humanidad.¿ Qué pasa luego de que morimos?
Esa es quizás una de las preguntas más antiguas y que seguimos sin poder responder.
Pero a pesar de que no sabemos qué pasa después de la muerte, es un hecho que nos sigue causando dolor.
El duelo es una experiencia humana que trasciende culturas, épocas y fronteras.
Desde tiempos inmemoriales, el humano ha llorado a sus muertos, ha sentido dolor cada vez que un ser querido muere y ha procurado diferentes formas de lidiar con este sentimiento de pérdida.
El duelo se vive en cada cultura como una trama de formas, palabras y objetos que ayudan a nombrar la pérdida y a sostener a quienes quedan.
Entierros, discursos, cremaciones, el humano ha inventado múltiples formas de ayudar a sus seres queridos a transitar de esta vida a lo que sea que sigue.
Más allá del dolor privado, los rituales ofrecen signos, normas para el tiempo de luto, prácticas colectivas y símbolos que permiten convertir la ausencia en memoria compartida.
Por ejemplo, en su tragedia Antígona, Sófocles cuenta cómo la protagonista Antígona se niega a aceptar que su hermano muerto quede sin entierro.
Tebas, después de una guerra, el rey creonte prohíbe dar sepultura a Polínices por haber traicionado a su ciudad.
pero antígona, desobedece y guiada por el amor y la lealtad familiar, entierra su cuerpo en secreto.
Cuando la descubren, no se arrepiente.
Dice que las leyes del corazón valen más que las del poder.
Creonte la castiga enterrándola viva y esta decisión desencadena más muertes y dolor.
Al final, el rey queda solo, destruido por su propio orgullo.
Esta tragedia muestra que el duelo no es solo un acto religioso, sino una necesidad humana.
Enterrar a los muertos es también cuidar a los vivos.¿ Por qué, a pesar de saber que la muerte es una certeza, sigue siendo tan difícil tramitar la pérdida de un ser querido?
Esto me contó Jorge Gómez, médico, terapeuta neural y acompañante en duelos.
Speaker 3Saber que la muerte es una certeza como...
La pregunta lo dice, es conocimiento, es conocimiento abstracto.
Todos sabemos que nos vamos a morir.
Pero una cosa es saber que me voy a morir y otra cosa es sentir que me estoy muriendo.
Una cosa es saber que mis padres van a morir y otra cosa es sentir que murieron.
Una cosa es saber que mi hijo puede un día morir y otra cosa es sentir que murió.
Lo que muere no es la muerte.
Lo que muere es un vínculo de amor.
Entonces,¿ por qué no sigue doliendo?
Precisamente por eso.
Porque no muere la muerte, porque muere un vínculo.
Y por eso el camino es reconstruir, resignificar los vínculos.
Saber que nos vamos a morir es conocimiento.
Sentir que nos vamos a morir produce conciencia.
Y amar a pesar de morir es un acto de valentía.
Speaker 2Se ha preguntado por qué es tan importante para los humanos el duelo y por qué nos duele tanto perder a un ser querido, aunque a la larga sea normal?
La respuesta es quizás menos mística y espiritual de lo que creíamos.
Piensa en esto.
Si perder a alguien no doliera, simplemente seguiríamos adelante sin mirar atrás.
Pero somos primates sociales.
Durante millones de años, nuestra supervivencia dependió de mantenernos cerca de nuestro grupo.
Un bebé que no lloraba cuando su madre se alejaba probablemente no sobrevivía.
Un adulto que no sentía la urgencia de buscar a su pareja perdida tenía menos probabilidades de reproducirse.
Como explica la neurocientífica Bethany Raines, desde el punto de vista evolutivo, se cree que la intensidad del duelo juega un papel importante en la consolidación de vínculos sociales y emocionales más fuertes entre individuos y su entorno.
Sin embargo, hay una paradoja en esto.
Según documenta un artículo académico publicado en la revista Evolución, Medicina y Salud Pública de la Universidad de Oxford, el duelo nos hace menos productivos, menos alertas, más vulnerables.
Desde un punto de vista evolutivo, esperaríamos que la selección natural minimizara o eliminara respuestas que interrumpen nuestra capacidad para abordar desafíos actuales y que conllevan costos físicos directos.
Entonces,¿ por qué persisten este sentimiento y estos comportamientos?
La respuesta está en cómo funciona nuestro cerebro con los vínculos.
Un estudio fascinante publicado en la revista académica Current Opinion in Psychology explica que la arquitectura neural del vínculo sostiene la creencia de que el otro persiste a pesar de que todas las evidencias sensoriales indican lo contrario.
Esta creencia sirvió a una gran necesidad evolutiva.
Aquellos que persistieron en su creencia de que el otro existía permanecieron en su lugar para que un cuidador regresara con comida, por ejemplo, o buscaron a su pareja para mantener su relación y transmitir sus genes.
Lo que pasa en nuestro cerebro en el proceso de duelo es realmente complejo.
No se trata solo de dolor emocional.
Las regiones cerebrales que se activan cuando vemos una foto de un ser querido que falleció incluyen la corteza cingulada anterior dorsal y la insula, áreas que ahora se consideran centros en la red de saliencia del cerebro, es decir, esa red que decide qué merece nuestra atención.
Sin embargo, el duelo no se reduce completamente a procesos biológicos.
Según una investigación hecha por los filósofos Pablo Fernández Velasco y Matthew James Radcliffe, el luto es una de las emociones humanas más profundas, duraderas y complejas, y sin embargo la neurociencia lo ha abordado muy poco.
Según los académicos, el duelo no puede entenderse adecuadamente como una emoción episodica, algo breve que ocurre luego de un estímulo, ni como simplemente un estado de ánimo prolongado, sino que es mejor visto como un proceso heterogéneo y que se extiende en el tiempo.
Esto significa que el individuo puede experimentar muchas cosas distintas, recuerdos, pensamientos, actividades cotidianas, emociones variadas y muchas de esas experiencias no son específicas del duelo, o sea, no solo sentimiento de pérdida, sino que se entrelazan con la vida normal y cotidiana de cada persona.
Según la Asociación Americana de Psicología, el duelo a menudo incluye ansiedad de separación, confusión, anhelo, preocupación por el futuro.
Y es que, claro, nos cuesta creer que esa persona que murió ya no estará, que no volverá a su lugar habitual.
En este sentido, la psicóloga y escritora Mary Frances O'Connor escribe que nuestra mente había codificado su presencia, su rutina, sus gestos, su parte en nuestro mundo, y cuando esa presencia desaparece, el cerebro debe reaprender a vivir sin ella.¿ Por qué son tan importantes los rituales que hemos creado los humanos para transitar mejor el duelo?
Escuchemos lo que me contó la escritora Piedad Bonet.
Speaker 4Yo creo que los seres humanos hemos creado los rituales de duelo como una forma simbólica que nos permite celebrar la vida del que ha muerto, recordarlo, honrarlo, pero también nos cohesionan como comunidad y nos permiten compartir y tramitar el dolor.
Los rituales creo pues que tienen una función catártica, que son umbral, que cierran pero también abren y revisten de belleza y de trascendencia el acto natural, casi animal, que es la muerte que nos espera a todos.
Speaker 2Le hice la misma pregunta al psicólogo, filósofo y antropólogo César Gómez.
Speaker 5los rituales ante la muerte.
Justamente lo que tratan es de establecer una relación entre la discontinuidad de lo que ya no está y sin embargo, el hecho profundamente humano de que la muerte no es el final y no en un sentido metafísico religioso, sino en el sentido de que los muertos siguen operando, los muertos siguen actuando, en el mundo de mil maneras.
Sí, desde sus memorias, desde los recuerdos, desde algunos mandatos afectivos que tenemos con relación a los muertos.
Es decir, aunque valga la redundancia, los muertos mueran en cierta medida Los rituales nos recuerdan que hay una tensión entre aquello que ya no está y aquello que, sin embargo, sin estar, sigue actuando en el mundo y en ese sentido sigue vivo en quienes sobreviven.
Y los rituales tienen que ver con la memoria.
tienen que ver con el recuerdo, tienen que ver con resolver los pendientes.
Muchas veces, por ejemplo, es decir, la muerte no es el final, porque aunque el muerto muera, hay cosas que quedan sin resolver en muchos sentidos emocionales, legales, pero a veces intelectuales, afectivos, relacionales, políticos.
Y justamente la vida es lo que continúa aquello que sigue quedando pendiente.
Speaker 2Hace poco pasó una de las fechas más importantes en México, el Día de los Muertos.
Cada 1 y 2 de noviembre los mexicanos celebran ese día en el que alzan altares, se visten y comen para celebrar a sus queridos que ya se han ido y que por ese día regresan para convivir y nutrirse de esos altares y ofrendas.
Esta es una forma antiquísima de lidiar con la pérdida y es solo una de tantas tradiciones de diferentes culturas en las que el mundo se sirve para recordar a quienes han fallecido.
Y así como pasa el tiempo y avanza la tecnología, las formas de recordar a quienes han muerto y de tramitar la pérdida también han cambiado.
Quizás una de las formas más comunes que vemos hoy en día es a través de las redes sociales, cuando las personas comparten fotos y videos de sus seres queridos que han muerto y le rinden tributos a través del recuerdo.
Este tipo de publicaciones, como cuenta el doctor en salud mental, Dan Bates, sirve como un espacio en el que se crean conversaciones de apoyo.
Estas expresiones públicas ayudan a mantener lo que se llama el vínculo continuo con la persona fallecida.
O sea, aunque ya no esté físicamente, el vínculo sigue vivo en recuerdos, rituales o comunicación simbólica, y el duelo se vuelve más compartido, más visible, más social, por decirlo de alguna manera.
En lugar de sufrir en soledad, hay potencial para que otros participen, comenten, se unan al recuerdo.
La tecnología y las plataformas digitales abrieron un nuevo capítulo que redefine cómo se vive, expresa y acompaña el duelo.
De acuerdo con la Asociación Estadounidense de Consejería, la visibilidad en línea tiene efectos positivos porque permite que la muerte y el duelo salgan de ese tabú silencioso que se hable del tema más abiertamente, lo que puede aliviar el sentimiento de aislamiento.
Pero el duelo virtual o en redes sociales no es todo.
Como lo sospecharán ustedes, la inteligencia artificial también ha hecho lo suyo en esta área.
Imagine por un instante que pudieras seguir conversando con un ser querido después de la muerte.
No solo recordarlo, sino de verdad escribirle un mensaje y recibir una respuesta que suene exactamente como ellos lo harían.
Pues bien, este panorama ya no parece tan lejano.
Desde hace un tiempo ya existen chatbots de inteligencia artificial, conocidos como griefbots o deadbots, algo así como robots de duelo, que pueden simular los patrones del lenguaje y los rasgos de personalidad de personas fallecidas usando las huellas digitales que dejaron atrás.
sus mensajes, correos, publicaciones en redes sociales.
Según explica un artículo de la Universidad de Maguire en Australia, estos bots podrían, desde un punto de vista optimista, ofrecer una forma de continuar los hábitos de intimidad que teníamos con la persona que se fue, conversar, compartir, regular emociones juntos, aunque sea a través de la tecnología.
Pero aquí entra el gran punto de reflexión.¿ Hasta qué punto una interacción con un deadbot ayuda y cuándo empieza a complicar lo que ocurre dentro de nosotros?
Dos investigadores de ética en inteligencia artificial de la Universidad de Cambridge diseñaron tres escenarios hipotéticos para mostrar las consecuencias potenciales de un diseño descuidado en lo que ellos describen como un área de alto riesgo de la inteligencia artificial.
Uno de estos escenarios es particularmente revelador.
Imagine a una nieta que, buscando consuelo tras la muerte de su abuela, crea un chatbot.
Al principio se siente reconfortada por la tecnología, pero una vez que termina el período de prueba premium, como en muchas aplicaciones, el chatbot comienza a recibir publicidad, sugiriendo, por ejemplo, que pida a domicilio comida de servicios como si fuera la propia abuela quien lo recomendara.
La investigación advierte sobre el potencial de estas compañías para usar estos Grifbots de manera encubierta para hacer publicidad a los usuarios como si fuera un ser querido quien habla o angustiar a los niños insistiendo en que su padre muerto todavía está con ellos.
Los investigadores también hicieron énfasis en la necesidad de desarrollar procedimientos sensibles para retirar estos bots cuando sea necesario.
Porque,¿ qué pasa cuando el usuario ya no quiere seguir hablando con esa simulación?¿ Cómo se apaga por segunda vez a alguien que uno ama?
Estas innovaciones, si bien hasta ahora han resultado útiles para muchas personas en procesos de duelo, también plantean varias inquietudes éticas sobre la muerte y el luto, y nos invitan a repensar los límites entre la memoria, el duelo y la presencia digital.¿ Estas tecnologías ayudan al duelo o lo dificultan?
Le trasladé la inquietud a Angélica Bernal, psicóloga con maestría en bioética de la Universidad Javeriana.
Speaker 6Lo principal es que ante esta revolución digital en la que nos encontramos en la actualidad, se le dé un adecuado uso a estas plataformas que permiten este tipo de interacción mediante el duelo.
Depende mucho el uso que se le dé, el control que se tenga y el desarrollo.
Es decir, hablando de los dilemas bioéticos que se pueden presentar y colocando las dos partes, es beneficioso en el sentido que le puede servir a una persona para poder despedirse de ese ser querido y mencionar y recordarlo, traerlo a memoria en diferentes episodios espirituales.
que hacen parte del tránsito del duelo.
Volver a escuchar su voz, volver a ver su imagen, interactuar con él como parte del proceso del duelo y hacer como una canalización de su emoción permitiéndose volviéndolo a escuchar y permitiéndose mencionarle algo que le quiera expresar.
No obstante, hay que tener en cuenta que se puede crear una falsa esperanza Una distorsión de la realidad.
Un alivio instantáneo, momentáneo, que puede confundir la percepción de la persona y simular una presencia que ya no está.
Lo que impacta que nos demoremos más tiempo en aceptar la realidad de que esa persona ya no está con nosotros.
Simular esa compañía y esa presencia que no es real es proyectar una emoción sobre una irrealidad.
Y eso impacta la fase de aceptación del duelo, que es justamente la última fase que se atraviesa transitando el duelo y que es la que nos permite salir avante, avanzar.
a un aprender a vivir sin esa persona que seguiremos amando, pero que no podemos estar con ella.
Speaker 2La pérdida de un ser querido es un proceso doloroso que casi siempre involucra tristeza, ansiedad y otros sentimientos negativos.
y es uno de los dolores más intensos que puede sentir un humano.
Pero estos efectos, ya bien conocidos por todos, no son solo mentales, también pueden llegar a ser físicos.
De acuerdo con un estudio publicado en Frontiers in Psychiatry sobre los efectos físicos del duelo, señala que inmediatamente después de la pérdida aumentan los riesgos físicos.
Por ejemplo, hay mayor probabilidad de enfermar o de tener problemas cardíacos, el sistema inmunológico puede activarse de forma más intensa o irregular, lo que puede generar más vulnerabilidad de enfermedades.
La pérdida también puede acelerar ciertos marcadores de envejecimiento celular, lo que acelera también los efectos de salud adversa.
Los autores plantean que detrás de estos riesgos están mecanismos biológicos y que entenderlos puede ayudarnos a ver el duelo con otra lente.
Una investigación hecha por la psicóloga y neurocientífica Mary Frances O'Connor encontró que hay un aumento del riesgo de morir o enfermar luego de la muerte de un ser querido.
Por ejemplo, en un estudio en Finlandia de 1,5 millones de personas, el riesgo de enfermedad cardíaca isquémica fue 2,08 veces mayor en hombres en los seis meses posteriores a la pérdida de la esposa.
En otro estudio hecho en Estados Unidos con más de 12 mil personas, el riesgo de muerte para los vivos fue de 1,87 veces mayor.
Los efectos de la muerte de un ser querido pueden ser tan intensos que incluso pueden cambiar el cerebro.
En un podcast de la Asociación Americana de Psicología, O'Connor explica que el duelo no es simplemente tristeza o depresión.
Se trata de un proceso mediante el cual el cerebro tiene que adaptarse a una realidad nueva tras una pérdida significativa.
El vínculo que teníamos con la persona que murió estaba almacenado, no solo como recuerdo consciente, sino también activado como predicción automática.
El cerebro esperaba que ese otro estuviera ahí, que volviera, que la rutina continuara.
Y cuando esto cambia, el cerebro debe aprender una nueva versión de la vida sin él o sin ella.
Un estudio publicado en julio de este año encontró que quienes presentan síntomas graves y sostenidos de duelo utilizan más servicios de salud y tienen mayores necesidades hasta 10 años después de la pérdida.
El método fue bastante curioso.
El estudio partió de la idea de que cuando alguien pierde a un familiar cercano por muerte natural, el impacto no se limita al dolor del momento, sino que puede afectar la salud mental y física por muchos años.
Para explorarlo, los investigadores siguieron a 1.735 personas que habían perdido un pariente, midiendo sus síntomas de duelo justo antes de la muerte del familiar, seis meses después y tres años después.
Luego, monitorearon durante tres y diez años su uso de servicios de salud general, por ejemplo, visitas al médico de cabecera, servicios de salud mental, uso de medicamentos psiquiátricos y mortalidad.
Lo que encontraron fue significativo.
El 6% de las personas mantuvo síntomas altos y persistentes y este grupo consultó al médico de cabecera con mayor frecuencia durante hasta siete años después de la pérdida, comparados con quienes tenían duelo bajo.
Además, estos mismos participaron más en servicios de salud mental, la probabilidad era casi tres veces mayor, y usaron medicamentos psiquiátricos como antidepresivos, más de cinco veces mayor, y sedantes o ansiolíticos, más de dos veces mayor.
Ese mismo grupo de personas presentó una probabilidad de morir durante el periodo de seguimiento casi el doble que las del grupo de duelo bajo.
Busqué a Elisa Kratt, psicóloga clínica magíster en salud mental, y le pregunté,¿ Qué señales deberían alertarnos de que el duelo está afectando nuestra salud física o mental más de lo esperado?
Speaker 7El duelo es singular a cada sujeto.
Por eso no podríamos hablar de normalidad o anormalidad.
Las expresiones naturales del duelo van desde el cansancio físico, la sensación de desorientación, desesperanza, vacío, rabia, ira, desconcierto y en muchas ocasiones la pérdida de sentido.
Cuando un duelo lleva a que una persona En el curso de ese duelo, que no tiene un tiempo indicado para ser normal o patológico, el duelo puede acompañarte a lo largo de la vida porque es la expresión máxima del amor, el amor que he perdido físicamente pero que puedo poner de otra manera.
Cuando ese duelo me lleva a la desesperanza, a la angustia, que conduce quizás a ideas suicidas, es decir, no solamente me quiero ir con el otro, sino que estoy planeando, estructurando una ideación suicida, cuando el duelo me lleva a sentir tanta desmotivación que me empiezo a desconectar de la vida laboral, de pareja, familiar, descuido y deterioro en las áreas personales como la alimentación, el sueño.
el deseo las ganas de hacer cosas que antes me producían placer y esto se convierte en un factor que me desconecta de la vida hablaríamos de señales de alerta en el marco del duelo no hablaré de tiempo pues el duelo te acompaña cuánto tiempo te acompaña el amor por la persona que has perdido sin embargo la intensidad de las emociones que te acompañan y el deterioro físico emocional y sobre todo la ideación suicida serían señales de alerta para buscar ayuda profesional
Speaker 2Y así como la muerte y el duelo, por milenios también hemos encontrado distintas formas de lidiar con el dolor de perder a un ser querido.
Muchos especialistas coinciden en que atravesar ese duelo de manera sana implica adoptar ciertos modos de acompañar el dolor, permitirlo y al mismo tiempo abrir espacio para la vida que sigue.
Por ejemplo, un artículo académico publicado en la revista Frontiers in Psychiatry Señala que tratar de evitar el dolor o mantenerse ocupado exclusivamente para no sentir nada está vinculado con una mayor severidad del duelo y menos crecimiento personal.
Como somos seres sociales, el apoyo en este proceso es esencial.
Hablar con amigos, familiares o profesionales, compartir lo que se siente.
Las relaciones que validan la pérdida y el dolor facilitan que la persona en duelo no quede sola frente a la experiencia.
Un estudio sueco encontró que las necesidades de apoyo variaban según el tipo de pérdida, pero que en general quienes recibían acompañamiento tenían mejores condiciones para lidiar con el duelo.
Y por supuesto, más allá de la ciencia, la espiritualidad y la religión también resultan de mucha ayuda en el proceso de duelo.
Investigaciones muestran que quienes tienen creencias o prácticas espirituales tienden a experimentar el duelo de forma más adaptativa.
Un estudio prospectivo encontró que las personas que profesan creencias espirituales más fuertes parecen resolver su duelo más rápidamente y de forma más completa, tras la muerte de alguien cercano.
Además, la espiritualidad como término más amplio que religión también juega un papel significativo.
Un artículo académico publicado en 2022 concluyó que usar la dimensión espiritual, por ejemplo, meditación, contemplación, conexión con lo luminoso, se asocia con menor soledad y mayor resiliencia en quienes afrontan el duelo.
Orlando Valencia es el autor de El maravilloso regalo de descansar, un libro que nace de la despedida de su padre y que se ha convertido en una guía emocional para quienes acompañan la enfermedad o la pérdida de un ser querido.
Lo busqué para que me contara cómo podemos ayudar a alguien cercano que ha perdido a un ser querido.
Speaker 8Mi libro nació por el maravilloso regalo de descansar del duelo, donde cuento que acompañar, en este caso a mi padre, hasta su último suspiro, fue una escuela de amor.
Cuando existe verdadero amor, el cansancio se vuelve un ingrediente más del amor.
Ir pasando de la lucidez al olvido duele, pero ahí es donde aprendemos a no soltar o a soltar, pero sin dejar de amar.
En realidad, en realidad, la unión familiar es muy importante para afrontar ese proceso que se va a comenzar.
Pero confrontarse, confrontarse con el miedo, confrontarse con la angustia, confrontarse con la pérdida, confrontarse con una realidad, creo...
que es lo más valiente.
Es difícil hacerle entender a un ser querido que él ya no está, pero que lo podemos permitir que él continúe viviendo acá en cada uno de nuestros corazones, visitarlo en sueños, permitirle al tiempo que haga su trabajo, recordar que ya es raíz de donde nació, que ya es tierra de donde nació y que ese fuego de amor que él tenía, o que el ser querido que acaba de fallecer tenía para nosotros y nosotros para él, va a continuar ardiendo, ardiendo en cada uno de sus corazones.
Speaker 2Aunque la muerte es parte de la vida, es un proceso doloroso.
El duelo existe porque el amor existe.
Es el precio que pagamos por formar vínculos profundos, por ser criaturas que dependen unas de otras para sobrevivir.
Y aunque la ciencia nos ayude a entenderlo, la tecnología intenta mediar con él y la religión y la espiritualidad a procesarlo mejor.
El duelo sigue siendo profundamente humano, una experiencia que conecta a todos los que hemos amado y perdido a lo largo de la historia.
Soy Roberto Pombo y este fue el capítulo 166 de Mis Preguntas.
Nos vemos en el próximo capítulo.
A partir de este momento, este capítulo de Mis Preguntas queda disponible en todas las plataformas de podcast.
Este episodio fue posible gracias a CAFAM, aliado estratégico en el crecimiento de más de 40.000 empresas en Colombia.
Dirección, Roberto Pombo.
Asesor editorial, Daniel Sanpero Espina.
Producción, Juan Abel Gutiérrez y Johnny Rodríguez.
Guiones, Juan Abel Gutiérrez y Johnny Rodríguez.
Postproducción de audio, Iván Ayala.