Episode Transcript
Bienvenidos a Bacteriófagos, un podcast de Emilcar FM, capítulo 202 del 13 de mayo de 2025.
Muy buenas, yo soy Carmela García y esto es Bacteriófagos, un podcast de curiosidades biológicas y actualidad científica para todos los públicos.
Tal día como hoy, el 13 de mayo, pero de 1917.
ocurrió el preámbulo del llamado Milagro del Sol.
Es decir, el 13 de mayo de 1917, a tres pastorcillos se les apareció la Virgen en Portugal.
O eso decían ellos.
Concretamente en Fátima.
Bueno, a ver, los tres niños, Lucía, Francisco y Jacinta, dijeron que se les había aparecido la Virgen, vestida de blanco, en una ona con mucho sol.
Pero mucho sol.
que les dijo que volviesen allí durante los siguientes cinco meses, en la misma fecha, lo que hace un total de seis apariciones marianas.
En mayo se apareció y le dijo que volviesen.
En la tercera aparición se les reveló el secreto de Fátima.
No vamos a entrar mucho en esto.
Luego, en la última, ya en octubre, se dice que ocurrió el milagro del sol, que el sol se puso a bailar y a cambiar de color.
Todo muy lógico y plausible, vaya.
Lo vieron más de 50 .000 personas, parece ser.
Después de aquello, los niños se hicieron famosos.
Persecuciones, acusaciones y todo esto.
Y al año siguiente, dos de ellos murieron en la pandemia de gripe, dejando sola a Lucía.
Eso sí, Lucía vivió hasta el año 2005.
Bueno.
Y en medio de todo esto fue revelando los secretos que le contó la Virgen, claro.
Y se fueron interpretando y todo eso.
Porque cuando un mensaje se da muy difuso es lo que tiene, que hay mucho margen de interpretación.
Pero muchísimo.
Aunque bueno, para predecir que va a haber guerras tampoco se tiene que aparecer la Virgen.
Y menos en 1917.
Pero aquí no estamos para criticar lo que los niños creen que vieron.
Ah no, a estas alturas seguro que ya tengo algunos enfadados porque considerarán que es que estoy faltando el respeto a las creencias.
Que no, porque cada uno cree lo que quiere.
Otros estarán enfadados justamente porque respeto.
Pues sí, a las personas las respetamos y cada uno cree en lo que quiere creer.
Pero respetamos a todos por igual.
Eso sí, respetar a la gente no implica nada más que respetar a la gente.
Y sus creencias ya son otro tema.
Yo he estado un par de veces en el santuario de Fátima.
Son cosas que me fascinan bastante por temas que no vienen al cuento.
He estado en otros santuarios, digamos menores.
De los que son así famosos, yo creo que Fátima es el que gana.
El sitio en particular me llama mucho la atención porque en ambas visitas cometí el mismo error.
Ambas las realicé en verano.
En los años que las separan hubo una clara transformación del lugar de un parque de atracciones para creyentes, y esto lo digo sin ánimo de ofender, yo, porque a ver, yo misma considero que aquello era ofensivo por la cantidad de merchandising que había, es lo que decía, se convirtió a un parque de atracciones de finales del siglo XX semiabandonado.
Que no sé, a mí hasta me da un poco de pena todo aquello.
Sin uso, casi.
Pero en ambas ocasiones había un factor común.
Yo estaba al borde de un desmayo por el sol.
Esa sensación mía de «me va a dar un algo» puede que no fuese muy lejana a la de unos niños que un día de mayo se pusieron a mirar al sol.
Porque a mí me da que si hubiesen mirado al sol directamente, a lo mejor habría tenido alguna que otra alucinación.
Y claro, en una situación así, a un creyente tampoco parece llamar especialmente la atención que se le pueda aparecer la Virgen.
Pero claro, esto es la aparición de Fátima.
Hay otras muchas apariciones marianas por el mundo.
Curiosamente, al igual que otro tipo de apariciones, su frecuencia disminuye según aparecen las cámaras.
Especialmente desde que tenemos cámaras en los móviles.
Pero bueno, que correlación no es causalidad.
pero es mucha casualidad.
Hay muchas explicaciones posibles a todo esto, y aprovechando tal día como hoy, vamos a ver algunas de las explicaciones racionales para este tipo de situaciones.
Sé que hay explicaciones basadas en la fe, pero eso no explica nada.
Los actos de fe los vamos a dejar fuera de este capítulo.
Vamos a pensar en las justificaciones racionales, que por otra parte, La propia iglesia utiliza cuando descarta un milagro o una aparición.
Porque tampoco vale con ir y decir que se te ha aparecido la Virgen.
Esto tiene que valer según sus estándares.
Eso sí, sus estándares son distintos a los míos.
Entonces, ¿qué puede pasar para que creas que se te ha aparecido la Virgen?
La primera explicación que va bastante en línea con lo de Fátima es el tema de la sugestión, la alucinación masiva, la histeria colectiva.
A ver cómo explico yo esto.
Si tú quieres creer algo muy muy fuerte, puedes llegar a creer que lo consigues, aunque no sea así.
Esto es común en los milagros en los que se pide con mucha devoción que un santo haga algo.
Claro, si tú rezas para que llueva durante suficiente tiempo, acabará lloviendo.
Entonces dirás que es que el santo ha hecho que llueva.
Pero si tienes a todo el pueblo metido en el ajo y se retroalimentan entre ellos, si justo antes de llover alguien dice que vio al santo en una colina, es altamente probable que la sugestión funcione y el resto afirmen haberlo visto también.
Porque su cabeza Está preparada para verlo.
Esto es complicado de explicar con el ejemplo de ver algo, porque quienes digáis que eso no es así, no vais a querer cambiar de idea.
En cambio, es bastante fácil de demostrar con el no ver.
Esto seguro que un psicólogo lo explicaría mucho mejor.
Pero vamos, que si no estás esperando ver algo y te centras en lo que sí quieres ver, no vas a ver lo que no esperas.
Esa expectativa hace que, si esperas con mucha devoción algo, tu mente insista en que eso ha ocurrido, especialmente si más gente a tu alrededor te dice que eso sí ha ocurrido.
Esto es una de las posibles explicaciones para lo de Fátima, porque aunque estás en plena Primera Guerra Mundial, está la pandemia de gripe en pleno apogeo, vives en una aldea portuguesa… Pues claro.
Todo ese contexto, pues la vida muy bien, no es que pintase para los pastorcillos.
Como que viene siendo fácil ser un poco vulnerable a estas cosas.
Este tipo de eventos se han repetido a lo largo de la historia.
Muchos en la primera mitad del siglo XX, por lo que sea.
Y en muchos casos esta situación tiene esa extensión temporal.
Un alguien que dice que ha ocurrido algo y luego ese algo se repite en múltiples ocasiones hasta un punto extremo en el que luego ya no se repite, pero sí se justifica por qué eso ocurrió así.
Por otra parte tenemos lo del milagro del sol.
Tenemos una posible explicación.
Hubo un fenómeno óptico que se genera con los cristales de hielo en la atmósfera, cuya refracción puede generar la sensación de que se ven algo así parecido a halos en movimiento.
Esto además se enfatiza mucho cuando hay un día de bochorno de esos con una nubosidad baja.
Y esto describe bastante bien lo que ocurre en la ona de Fátima.
Si os acercáis por allí y miráis al cielo, seguro que entendéis rápidamente de qué os hablo.
Que el sol es un factor habitual y que las apariciones eran más comunes en verano que en invierno.
Pero no es ni mucho menos el único factor.
Si os paráis a pensar, estas cosas también suelen ocurrir en fuentes, o en pantanos oscuros o en cuevas.
Y esos tres entornos comparten una serie de características que los hacen ideales para las alucinaciones.
¿Qué consideráis que tienen en común?
He dicho alucinaciones.
Y lo que tienen en común es que puede haber sustancias alucinógenas.
Sea en el agua que emana de una fuente, sea en el agua más estancada de un pantano o sea en el interior de una cueva.
Que dicho sea, suele ser más bien húmeda.
En todos estos contextos podemos encontrarnos con ciertas sustancias que nos hacen ver cosas.
Podemos hablar, por ejemplo, de los gases.
siendo el monóxido de carbono, el óxido nitroso y el metano de los más comunes, pero no los únicos.
En estos casos, respirándolos, podríamos tener unas alucinaciones majas.
También pueden causar la muerte, así que nada de jugar con gases, porque además no es nada fácil de regular.
Si se inhalan por una persona con fuertes creencias religiosas, no es extraño que acabe describiendo la alucinación como una aparición mariana.
Además de los gases, podemos tener cosas varias disueltas en el agua.
Por ejemplo, podemos tener microbichos que, tras su ingestión por toxinas varias, pueden llegar a generar alucinaciones.
Esto es un tema que hemos ido tratando en varios capítulos con casos concretos.
pero seguro que todos estáis pensando en estos momentos en el cordíceps.
Vale, no nos vamos a convertir en los de las tofás, pero un poco la cosa por ahí sí que puede ir.
Y ojo, que los hongos pueden parecer así muy vistosos, pero hay cosas que son mucho más discretas y que pueden provocar efectos similares.
Entre los hongos con muchas papeletas, por cierto, encontraríamos los silocibes y mi querido clavíceps.
Hace un par de años le dediqué un capítulo al clavíceps que justamente también tenía como excusa la religión y los milagros, relacionado con el camino de Santiago.
Entre los seres vivos también tendríamos que destacar alguna que otra planta.
Estaba empezando yo aquí a pensar que quizá no debería estar dando una lista de cosas que son alucinógenas, porque bueno, no sé, a lo mejor esto es peligroso.
Así que antes de seguir con la lista os voy a dar el disclaimer.
Las drogas son malas.
No consumáis drogas, por muy naturales que sean.
Droga mal.
Dios me libre a mí de recomendar alguna droga.
Aquí hacemos una mera labor informativa.
Sí, yo creo que ya.
Bueno, decía.
Entre las plantas que podrían estar relacionadas con alguna alucinación inesperada, podríamos imaginar rápidamente el cannabis.
Pero no es exactamente lo que creemos que estaba al alcance de los niños de Fátima.
O eso espero.
Aunque quizá en otras apariciones sí.
También podríamos pensar en el peyote, en los entornos en los que pueda encontrarse.
Quizá más comunes por nuestras tierras tenemos la abelladona y la datura, que fueron muy utilizadas en su momento, en la Edad Media, en pócimas varias y no exactamente por sus capacidades de curar.
Y también tendríamos algunas especies de salvia.
en lo que no voy a entrar en detalle, pero no vayáis corriendo a vuestro centro de jardinería porque esas no valen.
Por último, y desgraciadamente algo más común de lo que queremos pensar, tenemos también metales.
Lo primero que nos viene a la mente en metales y alucinaciones es el mercurio, porque yo misma os hablé hace unos cuantos capítulos de las alucinaciones que produce el mercurio.
de los sombrereros y del sombrerero de Alicia en el País de las Maravillas.
Y aquí se cruzan dos capítulos, que hay premio para el que sea capaz de decir rápido la relación entre las alucinaciones de Mercurio y las apariciones marianas dentro de la comunidad de Telegram.
Bueno, sigo.
Que más allá del Mercurio, tenemos otro metal que ya se nos olvida, pero que estuvo bien presente hasta hace no mucho.
El plomo.
Que se nos olvida.
Y quizá alguno ni siquiera sepa por qué se habla de sin plomo cuando se pide gasolina.
Aunque el plomo da más dolor de cabeza que otra cosa, problemas cognitivos y problemas de desarrollo, pero bueno, que también puede provocar alucinaciones.
Y también puede matarte.
Pero eso, en todo caso, es tema para otro capítulo.
Y con esto, más o menos, estaríamos.
El verano pasado, al asignar temas, me pareció muy interesante tener un capítulo, un 13 de mayo, y poder aprovechar tal ocasión, que en este caso era especial.
Tampoco me preguntéis por qué yo llevo un santoral grabado en el cerebro.
Mi cerebro recuerda lo que quiere recordar.
Pero este era fácil, y me parecía interesante.
Pero tampoco pensé yo que fuese a caer en una semana en la que la religión abriese las portadas de todos los periódicos.
No hace ni una semana de la elección del nuevo papa.
Y en estas ocasiones, crea lo que crea cada uno, podemos aprovechar también para recordar la historia detrás de las creencias.
Igual que dice la fe que el papa se elige porque el Espíritu Santo así lo indica, y sin realmente ponerse a ellos de acuerdo ni nada, ilumina a los cardenales y votan al que es elegido por Dios, pues la Virgen también se aparecía.
Desde dentro de la propia iglesia han estado las últimas dos semanas explicando cómo se elige realmente al Papa.
Cosa que, como todos veníamos suponiendo, depende más de acuerdos que de la obra divina.
Pues es lo mismo con las apariciones.
Quizá deberíamos, incluso aquellos que crean, poner un poco de razón en todo esto.
Estaba yo ahora pensando que en este extraño Jumanji, que parece que vivimos en España en el último lustro, todavía no hemos pasado por grandes plagas.
Grandes plagas así como esas bíblicas.
En el próximo capítulo hablaré de una plaga, o eso creo, si recuerdo bien lo que había en la lista.
Pero quizá tengo que empezar ya a fraguar la lista del próximo año.
Para este año todavía queda hueco para la fantasía y la imaginación, os lo prometo.
Que, como todo el mundo dice siempre que me reservo para el verano los capítulos más chungos como hacedora de pesadillas, pues este año decidí que va a ser un verano de fantasía.
Aunque nadie ha dicho que la fantasía no pueda crear pesadillas, claro.
Pero no, os prometo que no va a ser el caso.
Pero para que empiece la brujería todavía nos queda tiempo.
Para eso tendrá que llegar el verano.
Por ahora aprovechemos mayo, que para unos es el mes de la Virgen, y esto es por la ascensión, no por Fátima.
Pero para mí es el mes de las flores.
Disfrutemos de las flores, pero sin alucinaciones.
Gracias por el tiempo que habéis dedicado a escucharme.
Espero que os haya resultado entretenido y de utilidad.
Toda la información de este capítulo la encontraréis en emilcar.fm/bacteriofagos.
Mientras esperáis el próximo capítulo, espero vuestros comentarios en cualquier red social como cgdoval y en nuestro grupo de telegram en t .me/bacteriofagos, en el que hablaremos de este capítulo y de otras muchas cosas más.
Y recordad, la curiosidad no mató al gato.