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Del aire: la contaminación

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Bienvenidos a Bacteriófagos, un podcast de Emilcar FM, capítulo 212 del 25 de noviembre de 2025.

Muy buenas, yo soy Carmela García y esto es Bacteriófagos, un podcast de curiosidades biológicas y actualidad científica para todos los públicos.

Para finalizar con la serie relacionada con las cosas que nos rodean, Hoy vamos a hablar del aire.

Concretamente, vamos a hablar de algo que hacemos de forma constante y sin pensarlo.

Respirar.

Respiramos miles de veces al día.

Y cada vez que tomamos aire, llevamos a nuestros queridos pulmones todo lo que esté flotando en ese aire que nos rodea.

Y aquí es donde empieza el problema, porque lamentablemente ese aire que respiramos no está tan limpio como debería estar.

En sí, la realidad es que ese aire, para mucha gente, es bastante peligroso.

Ya sé que alguno me va a llamar hacedora de pesadillas, pero esto es la realidad.

El aire que respiramos es el causante de miles de muertes cada año.

Y no, no estoy hablando del tabaco, ni de personas con problemas respiratorios, ni de nada por el estilo.

Esto es un problema que tenemos todos en mayor o menor medida.

Yo puedo decir que desde que me he mudado a las afueras es un poquito menos problemático, pero tampoco os creáis que el aire de la Sierra Madrileña está libre de la influencia del aire de la capital.

Claro que no es lo mismo vivir en el centro de una gran ciudad, en una de esas grandes calles por las que pasan no quiero saber cuántos coches cada día.

Porque eso vamos, al humo de los coches.

Esa cosa que sale por los tubos de escape.

Eso sí que es un asesino en serie.

Hoy vamos a intentar dar unos cuantos datos.

Intentaré ahorrarme parte de los tecnicismos, pero hay unas cuantas cosas que tenemos que saber.

Porque no sé yo si tenemos claro qué es esto, por ejemplo, de un episodio de alta contaminación.

Es cuando los niveles se van de madre.

Pero también tenemos que hablar de por qué eso es algo que nos tiene que preocupar.

¿Qué podemos hacer?

Empezaremos por los números a lo bruto, para asustar así bien de entrada.

Luego hablaremos de cómo se acorta la vida, con sus ejemplos para que cada uno tome conciencia.

Y por último, esa idea de las zonas de bajas emisiones.

Os lo adelanto para que, según me vais escuchando, podáis ir visualizando en vuestra cabecita la magnitud del problema, porque es un problema bien gordo.

Lo primero es poner los números.

La Agencia Europea de Medio Ambiente dice que en Europa cada año se mueren unas 300 .000 personas antes de lo previsto por culpa de la contaminación del aire.

Eso es mucha gente.

Pero que para que lo veamos más de cerca, pues vamos a ver algo que podamos visualizar un poquito mejor.

Vamos a centrarnos en España.

Estaríamos hablando de unas 20 .000 personas.

Os parecerá una locura, pero aquellos que son un poco menos quisquillosos en la clasificación incluso suben hasta 30 .000 muertes.

Esto sería así a punto gordo entre dos y tres veces los muertos por cáncer de mama y de próstata juntos.

Si tenemos tantas medidas para reducir el cáncer de mama y el de próstata, ¿qué pasa con la contaminación?

Pasa, a grandes rasgos, que estas no son muertes directas.

Porque no respiras aire y te caes muerto, claro.

No hay una prueba específica que diga, eh, aquí, una enfermedad por respirar sucio.

Lo que hace la contaminación es acelerar, adelantar las muertes debidas a otras enfermedades.

Entre ellas podemos hablar de enfermedades cardiovasculares, de los ictus, del cáncer de pulmón, de la EPOC, obviamente.

pero también otras que no asociaríamos con tanta facilidad, como puede ser, por ejemplo, la diabetes.

Respecto al cáncer de pulmón, por cierto, tenemos que tener en cuenta que la contaminación ambiental es su segunda causa, por detrás, obviamente, del tabaco.

Pero es que si fumas, es algo que eliges, mientras que si lo que haces es respirar humo de un coche, pues eso a veces no lo eliges.

¿Qué es lo que hay realmente en ese aire tan sucio?

Aquí vienen los nombres raros.

Siempre decimos que las partículas peligrosas son las PM2 .5.

Esto yo ya lo he contado alguna vez.

Son las partículas que miden menos de 2 ,5 micras.

En una ciudad, estas partículas vienen, fundamentalmente, de los tubos de escape.

Como son muy pequeñas, no se quedan en la nariz o en la garganta, se van directitas ahí a los pulmones.

En los pulmones, a los alvéolos.

Entran en la sangre.

La sangre las lleva al corazón, al cerebro, y allí a donde vaya la sangre, o sea, a todo el cuerpo.

Así es como facilitan que se desarrollen enfermedades varias, por un proceso llamado estrés oxidativo, que, como sabemos, se puede limitar por...

antioxidantes.

Pero por muchas vitaminas que tomes, no vas a poder con todo el humo de los coches.

De media, respirar aire chungo nos acorta la vida entre 6 meses y un año.

Estas pequeñas partículas vienen de la combustión incompleta.

Pero tampoco creáis que si nos cambiamos a un coche eléctrico ya está, porque también vienen del desgaste de los frenos, de los neumáticos… y, lo peor, del propio asfalto.

Otro de los sospechosos habituales es el ozono, otro oxidante, puesto que al fin y al cabo es oxígeno con oxígeno, y el oxígeno oxida.

Más allá del propio tráfico, algo que empeora esta situación es el calor, porque cuando hace calor, si da el sol, se libera ozono con más facilidad de eso que sale de un tubo de escape.

No nos vamos a parar en la reacción, pero os advierto que en esos días de mucho calor, el ozono aumenta bastante el riesgo de muerte.

Vamos a por otro, el NO2, el dióxido de nitrógeno.

¿Qué podría salir mal con esto?

Pues muchas cosas.

Este gas es altamente irritante.

Es ese que hace que mucha gente se ponga a toser a lo loco cuando respira humo, humo de un coche.

Empeora mucho enfermedades respiratorias previas.

Bloquea cualquier intento de los pulmones de protegerse.

Facilita que se desarrollen infecciones.

En este caso en particular tenemos que destacar que los coches que más lo emiten son los diésel.

Y aquí podemos ver un curioso greenwashing.

Se nos han presentado los coches diésel como más seco porque emiten menos CO2, dióxido de carbono.

Cosa que es generalmente cierta, pero ¿y el dióxido de nitrógeno?

Pues eso, que ese sigue ahí.

Y podríamos seguir y seguir contaminante tras contaminante, pero quiero que penséis en un momento por las partes que son visibles.

Mirad un mueble en vuestra casa.

Mirad las partículas que tiene depositadas sobre su superficie.

¿Cuándo fue la última vez que lo limpiasteis?

¿De dónde salen todas esas partículas?

Pues vienen del aire, claro.

Mirad el filtro de vuestro aire acondicionado o bomba de calor, al que por cierto seguro que le viene bien una limpieza.

Si vivís en una ciudad, probablemente tendréis la impresión de que limpiáis y a los cinco minutos ya está todo lleno de polvo.

Y sí, es así.

Yo os puedo decir que mi mudanza me ha proporcionado mucho más tiempo libre.

Porque ahora los muebles aguantan limpios mucho más tiempo.

No os hablo del doble o del triple, hablo de una diferencia tan grande que ni siquiera podría ponerle un valor.

En sí, cada vez que lo pienso, creo que mi anterior piso tendría que haberlo limpiado con mascarilla.

Aquí nos surge uno de esos dilemas, porque como decía antes, quien fuma lo elige, pero respirar no lo puedes elegir.

Bueno, sí, puedes elegir no respirar.

Pero te mueres.

Pero claro, si respiras también te mueres, pero un poco más tarde.

Sería conveniente que el rato fuese un pelín más largo.

A mí me vienen quedando al menos unas cuantas tareas pendientes en esta vida.

Como yo estoy en eso que llaman la periferia de Madrid, Para ver ejemplos concretos vamos a empezar por lo que me queda más cerca.

En el caso de Madrid, las zonas en las que hay mayores registros de partículas contaminantes son las zonas multa.

Madrid 360 o como se llame.

Esa zona de Madrid en la que ya no se puede entrar en coche si no tienes la etiqueta correspondiente.

Pero como el cartel está tan pegado y conducir en Madrid es ya de por sí una actividad de riesgo, pues...

para cuando te das cuenta has entrado y la has liado.

Mi recomendación, como persona libre de multas ZBE, es que no llevéis el coche a Madrid y ya está.

Es más sano a todos los niveles.

Pero si por alguna inexplicable razón queréis hacerlo, las zonas son la Plaza Elíptica y la Almendra Central.

No me preguntéis los bordes de estas zonas porque yo sigo sin tenerlo claro.

En el caso de Barcelona, hablaríamos de la zona de Eixample, con calles tan estrechas, con mucha densidad de población y con turistas, con muchos turistas.

Porque vale, en la almendra central de Madrid hay turistas, pero yo diría que están más dispersos.

Pero tú te vas ahí, a Barcelona, en pleno recorrido Gaudí, flipándotelo con tu ruta a pie, pensando que es sanísimo porque vas caminando.

Y a cada bocanada de aire vas acortando tu vida.

Y eso, como diría una murciana, pues no se queda ahí, se hincha.

Porque esto no solo pasa en las dos ciudades más grandes.

Vamos a ver que hay estaciones de otras ciudades que superaron el año pasado los límites objetivo para 2030.

Vamos a verlo, por ejemplo, empezando por Murcia, la estación de San Basilio.

En Valencia, la Olivereta.

En Málaga, la avenida Juan XXIII.

En Pamplona, Felisa Munarriz.

En Bilbao, María Díaz de Haro.

En Sevilla, Torneo.

En Acoruña, Plaza de Pontevedra.

En Zaragoza, El Picarral.

Ni una ciudad se libra, no me voy a poner a buscar el resto, porque además aquí surge otro problema, que es que hay ciudades...

que ni siquiera tienen estaciones de medición para las partículas de tráfico rodado, o que tienen las estaciones en lugares que son inadecuados.

Hola, señor alcalde de Vigo, esto lo digo por ti.

Menos luces y más estaciones.

Aunque ahí quizá habría que medir también esto de la contaminación lumínica.

Dado este contexto, es evidente dónde está el problema.

Tenemos demasiados coches.

Tenemos demasiados coches y están demasiado juntos.

Y tenemos pocos árboles.

Y tenemos muchas casas.

Y tenemos la cara de poner los parques infantiles en medio de todo esto.

Parques infantiles, por cierto, con materiales que generan todavía más partículas.

Como especie, desde luego, somos un poco especialitos, ¿eh?

Pero vamos a ver, que no cunda el pánico.

Tenemos soluciones.

Otro tema es aplicarlas.

Pero tener, tenemos soluciones.

Hace un momento nombraba las ZBE, las Zonas de Bajas Emisiones.

Son zonas delimitadas en las ciudades a las que sólo pueden acceder ciertos vehículos, que se regulan principalmente, aunque no de forma exclusiva, con etiquetas de tráfico.

Esto ya sé que no os aplica así a los que vivís en otros países, pero estaré encantada de que nos lo contéis en el grupo de Telegram y que nos digáis cuáles son las medidas que hay en otras ciudades.

Que, por cierto, ya he arreglado el lío este que teníamos de acceso y ya deberíais poder entrar libremente.

Ahí no os pedimos etiquetas.

Bueno, a lo que iba.

En España tenemos, en teoría, las ZBE.

Atentos a lo de en teoría.

Se supone que tenían que estar operativas desde hace dos años en todos los municipios con más de 50 .000 habitantes.

Muchos, pero muchos, van fuera de plazo.

Madrid y Barcelona cumplieron, aunque lo de Madrid tiene ciertos matices y ciertos altibajos.

Hay otras ciudades que han cumplido.

A Coruña, Pontevedra, Sevilla, Córdoba, Pamplona, Zaragoza, Valencia… Algunas mejor que otras, pero al menos tienen un plan en curso.

En otras, el plan ni está ni se le espera.

El caso es que las ZB, así solitas, tampoco van a obrar un milagro.

En sí es una medida ya de por sí dudosa, puesto que lo que hacen es restringir por coche viejo, de forma resumida.

pero si cambiamos a un coche más nuevo, pues ya estaría.

Y si es híbrido, más libertad.

Pero es que con eso no llega.

Es necesario reducir, y mucho, el uso de coches privados.

Y aquí entonó mi propio mea culpa, porque, por razones que no vienen al caso, últimamente he hecho muchos más kilómetros de los que yo habría querido.

Pero claro, no tenía alternativa.

Por eso es fundamental que se ofrezcan alternativas.

En mi caso yo lo veo clarísimo.

Necesitamos que se mejore el transporte público.

Pero no solo la existencia, tiene que estar mejor conectado.

Necesitamos carriles bici, porque yo, personalmente, no me atrevo a ir en bici por carretera al siguiente pueblo, en el que hay una estación de cercanías.

También necesitamos más espacios peatonales.

Y unas ciudades creadas teniendo en cuenta los espacios peatonales.

Esto del comercio de proximidad y estas cosas.

Yo puedo ir en bici al supermercado, eso sí.

Y esto me alarga la vida, porque no contamino con el coche y además hago un montón de ejercicio cardiovascular.

No os mudéis nunca a una casa que esté en lo alto de una cuesta, hacedme caso.

Conste, en cualquier caso, que las ZBE sí reducen mucho las emisiones de partículas, ¿Cuándo se aplican correctamente?

Londres redujo en la zona más limitada la contaminación a la mitad.

En Madrid, el breve periodo de tiempo que estuvo funcionando hasta que empezaron a aplicar todas las excepciones y la vista gorda, pues también se notó mejoría.

Y sé que la zona multa no deberíamos verla así, como una zona simplemente en la que te multan.

Pero quizá para algunos es la única forma de conseguir que dejen el dichoso coche en casa y se den un paseo.

Decía al principio que esto puede suponer unas 20 .000 muertes prematuras cada año en España.

Estamos hablando de 20 .000 personas con un nombre, unos apellidos y con una familia.

En parte, que eso cambie está en nuestras manos.

A veces podemos decidir subirnos a un bus en lugar de ir en coche.

aunque vayamos a tardar un poco más.

La vida está para vivirla.

Tenemos que plantearnos nuestras opciones individuales, pero también tenemos que pensar en lo que deberían hacer nuestros gobiernos para que esto cambie.

Igual que se dedicaban millones a intentar evitar muertes por cáncer, pidamos que se dediquen a un transporte público, que realmente sea una alternativa, una alternativa real.

Recordemos siempre que respirar es una necesidad, pero respirar un aire puro debería ser un derecho fundamental.

Y lamentablemente es un derecho que millones de personas no tienen.

Gracias por el tiempo que habéis dedicado a escucharme.

Espero que os haya resultado entretenido y de utilidad.

Toda la información de este capítulo la encontraréis en emilcar .fm barra bacteriófagos.

Mientras esperáis el próximo capítulo, espero vuestros comentarios en cualquier red social como Cgdoval y en nuestro grupo de Telegram en t .me barra bacteriófagos, en el que hablaremos de este capítulo y de otras muchas cosas más.

Y recordad, la curiosidad no mató al gato.

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