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#106 Si fallaste en tu último maratón mira esto

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¿Eres de los que corre cada semana que tiene?

Su entrenamiento marcado en el calendario y las ganas de mejorar siempre están ahí, pero cada vez que intentas mejorar tu marca terminas igual, flexionado reventado o completamente quemado de la cabeza y casi seguro que es porque no incluyes ni una sola semana de descarga y pretendes entrenar como si fueses una máquina sin parar nunca.

El problema no es que te falte motivación, ni disciplina, ni.

Que no te lo tomes en serio.

El verdadero problema es que estas entrenando como si fueses una máquina y no como un ser humano.

Y hoy voy a contarte algo que puede darte la vuelta al enfoque.

Llevo 10 años entrenando a corredores de todo tipo y te aseguro que hay un patrón que se repite una y otra vez.

Puede que te digas a ti mismo, yo tengo disciplina, estoy super motivado, me lo tomo muy en serio.

Descanso hasta un día a la semana y aún así.

Joder, no consigo bajar mis tiempos, no creo que el problema sea el descanso.

¿Cómo me va a hacer más rápido descansar?

¿No sería más lógico apretar más, forzarme a tope día tras día y machacar mi resistencia hasta romper mis propios límites?

Hoy quiero hablarte de 2 tipos de corredores que vedo todo el tiempo y lo más importante, quiero ayudarte a que veas cuál de los 2 eres tú.

¿Y cómo pasar al segundo grupo, al grupo?

Bueno, por un lado está el típico loco de volumen, ese que piensa que cuanto más kilómetros haga, cuanto más días se entrene y más se reviente, antes va a mejorar, que cree que cuanto más suda, más avanza.

Y ojo, al principio esto parece que hasta funciona, pero con el tiempo llegan las molestias, las lesiones, el estancamiento, el cansancio mental, la frustración.

Y luego está el corredor inteligente, ese que ha entendido que entrenar más no siempre significa.

Entrenar mejor, el que escucha a su cuerpo, que sigue una estructura y usa la cabeza en lugar de usar el ego.

El problema del primer tipo de corredor que hoy le vamos a llamar Juan es que nunca se ha medido.

Realmente no sabe cuál es umbral anaeróbico real, no conoce en qué zona debería entrenar y tampoco tiene idea de fisiología básica.

Simplemente ha cogido una calculadora, ha dividido los minutos entre 2 km y ya está se ha puesto.

A correr.

Y aquí viene lo brutal.

Imagínate que el umbral real de Juan está en 4 minutos, 10 segundos por kilómetro.

Eso significa que cuando corre a 4155 segundos más rápido pensando que va a su ritmo cómodo de matón, en realidad está corriendo al 100 * 100 de su capacidad.

O sea, es como querer construir una casa, empezando por el tejado, que tarde o temprano todo se viene abajo.

Por cierto, si te gusta entrenar con cabeza, te invito a que te suscribas ahora al canal y te unas a la comunidad de corredores inteligentes.

Cada semana subo un vídeo nuevo para que sigas mejorando sin lesionarte.

Seguimos, imagínate ahora que tienes 24 semanas por delante para preparar tu próximo maratón, 6 meses completos, tiempo de sobra para hacer las cosas bien, sin prisas, con cabeza, el corredor loco del volumen, nuestro amigo Juan.

¿Qué hace?

¿Pues?

Juan mira el calendario y dice, perfecto, tengo 6 meses, voy a ir subiendo 2 km semana tras semana hasta llegar al máximo posible.

Empiezo corriendo, digamos 60 km por semana y su plan brillante es ir subiendo, subiendo, subiendo hasta alcanzar los 120, incluso 140 km semanales, justo antes del matón.

¿A primera vista podría parecer lógico, verdad?

Más volumen, más resistencia.

Mejor marca pero aquí viene el problema y esto es exactamente donde la mayoría de corredores se estrella.

Juan no solo tiene un plan de volumen, Juan también tiene una meta fijada grabada en la cabeza.

Quiere correr el matón en menos de 3 horas.

Punto.

Pase lo que pase, da igual si el cuerpo responde o no, da igual, se arrastra molestia, si duerme mal o si en cena fundido.

Ese objetivo no se negociar, está clavado en su cabeza.

¿Y qué hace entonces con sus entrenamientos?

Muy simple, como quiere bajar de 3 horas, calcula que tiene que correr a 4 minutos 15 segundos por kilómetro, así que decide que todas sus tiradas largas, todos sus rodajes a ritmo de maratón tienen que ser a ese mismo ritmo objetivo porque según el así se va acostumbrando.

Ritmo de competición y hasta aquí lo que hace el loco del volumen, lo que ha hecho Juan, en este caso, lo que probablemente has hecho tú alguna vez.

¿Pero ahora vamos a ver paso a paso, cuál es la alternativa inteligente y qué pasa entonces con Juan?

Pues sí, ya lo sabes lo que te ha pasado a ti.

Alguna vez, después de 678 semanas, Juan está fundido, tiene una sobrecarga en el tendón de Aquiles o en la Cintilla Heliotibial Inflamada o simplemente se siente tan cansado que no tiene ni ganas de levantarse de la cama para salir a entrenar.

Así que tiene que parar 2 semanas a la fuerza.

Pero claro, Juan mira su plan, ese plan rígido que se hizo sin.

2 meses antes y que entra en pánico.

Se supone que ahora debería estar haciendo tirada de 30 km y lleva joder 2 semanas sin salir a correr.

¿Entonces qué hace Juan?

Lo mismo que haces tú, lo mismo que hace casi todo el mundo.

Intenta recuperar el tiempo perdido, pasa estar parado a meter 80 km en 7 días y claro.

¿Qué pasa?

Pues lo que te estás imaginando

a las 2

a las 2:00 semanas, esta otra vez lesionado y así Juan se pasa los 6 meses enteros, sube rápido, se lesiona para intenta recuperar, vuelve a lesionarse.

Es un círculo vicioso que no lleva a ninguna parte, solo a la frustración.

Ahora bien, tú no estás aquí en este vídeo para repetir los errores de Juan, tú quieres hacer las cosas bien y para eso necesitas grabarte esto en la cabeza.

Primero, la subida de volumen semanal debe ser progresiva, nunca más de un 10% respecto a la semana anterior.

Segundo, señal de alerta clara, si el dolor te obliga a cambiar tu técnica de correr para evaluar, no sigues empujando porque no eres una máquina.

Tercero, no existe el banco de tiempo, ni en carrera ni en entrenamiento.

No se puede guardar tiempo como si fuesen ahorros.

Si te pasas, lo pagas.

Y cuarto, y este es la clave, ajusta el objetivo.

El nuevo al lado no, el dato al objetivo, si los números te dicen que no estás para correr a cuatro 15 no insistas, baja el ritmo, ajusta tu expectativa y progresa con cabeza.

Pero lo peor, llega el día de la carrera.

Juan, tras 6 meses de Entrenos, caóticos, lesiones y cero consistencia, se planta como no en la salida y decide correr justo al ritmo que se inventó al principio, cuatro, 15 por kilómetro.

Además, piensa que hay que meter tiempo en el banco, así que los primeros 10 km.

El matón los hace a cuatro 10, creyendo que así se asegura la marca.

¿Adivinas cuál es el resultado?

Sí, revienta.

En el kilómetro 30 se queda sin gasolina andando y al final culpa al calor, al agua, a las zapatillas, al gel.

A todo menos a lo que de verdad falló su planificación.

Pero por otro lado, tenemos al corredor inteligente, que vamos a llamarle Luis también tiene 6 meses, 24 semanas para su matón y quiere mejorar su marca, pero entiende algo clave que cuando entendió el entrenamiento es progresivo y también cíclico.

No puede subir volumen sin fin.

El cuerpo necesita adaptarse, así que Luis organiza su preparación en bloques las primeras 12 semanas.

Construye una base aeróbica sin obsesionarse con el ritmo del matón.

¿Quiere un sistema cardiovascular eficiente?

Antes de meter velocidad sube volumen poco a poco y cada cuatro semanas hace una descarga bajando un 30 o un 40% de volumen para asimilar el trabajo.

Entrena en las zonas correctas.

Se hace una prueba de esfuerzo o unos test de campo para conocer sus umbrales.

Y sabe que el 80% de entrenamiento va a ser en aeróbico suave.

Un ritmo conversacional.

Tras esas 12 semanas entra en la fase específica, ahora sí, ritmo de matón pero con método, primero con series cortas, luego serie y media, después tiradas largas con bloque a ritmo de matón inda.

La sesión recoge datos mira bloque 134 semanas.

Seres cortas en zona cuatro o zona 5 controladas con un tiempo total de calidad moderado.

El segundo bloque 3 cuatro semanas igualmente series medias y ritmo cercanos a tu ritmo de matón para ir consolidando la economía y lo que 3 otras 3 cuatro semanas ya, incluyendo tiradas largas con tramos largos a ritmo de matón y para aterrizarlo y que lo apliques desde ya cuando vayas en zona 2 usa el test de la frase completa si no puedes mantener una conversación.

Y baja el ritmo cada cuatro semanas.

Mete una semana de descarga bajando el volumen pero manteniendo un toque de intensidad para no perder la chispa.

Y lleva un diario con 3 simples notas rápidas, cómo has dormido, qué sensación de cansancio tienes en las piernas y cuál es tu frecuencia cardíaca al despertar.

Pero seguimos con la historia de Luis.

Observa qué ritmo puedes sostener con x pulso en x zona.

Cómo se siente y cómo está respondiendo su cuerpo y ajusta el objetivo con esos datos.

Sí, empezó soñando con un sus 3 horas, pero sus entrenos dicen que tiene que ir a cuatro, 20 mueve el objetivo a 305, deja su ego fuera y luego llega el día de la carrera con un plan realista y ajustado Asus entrenamientos reales.

No sale a cuatro, 10 a lo loco, sale a cuatro 25 los primeros kilómetros, controla la intensidad y solo si se encuentra bien.

Acelera en los kilómetros finales.

¿Cuál es el resultado?

Pues que Luis mejora su marca personal.

Llega entero al final y encima disfruta de la experiencia porque Luis entendió algo fundamental.

En el matón no se trata de ser valiente los primeros 20 km, se trata de ser inteligente durante los 42 km completos.

La diferencia entre Juan el loco del volumen y Luis, el corredor inteligente no es genética, no es que Luis tenga más talento.

La diferencia es que Luis siguió un plan inteligente y Juan siguió su ego.

Y déjame decirte algo que he aprendido después de muchos años entrenando a corredores como tú si puedes completar el 90% de tu plan.

De entrenamiento estás haciendo el 100 * 100 del plan.

Siempre va a haber entrenamientos que no salgan bien, siempre va a haber semanas con algún imprevisto, eso es parte del proceso.

El secreto no está en entrenar más, está en entrenar mejor.

Siempre lo digo, Luis ha hecho menos kilómetros que Juan, pero obtiene mejores resultados simplemente porque cada kilómetro que corre tiene un propósito específico y está en la zona correcta de intensidad.

Mira salir demasiado rápido en un maratón es como empezar.

Dar una tirada larga de 30 km, haciendo los primeros 5 km al ritmo de un disca.

Al principio te sientes bien, que ves que controlas, pero a mitad de carrera el cuerpo te pasa factura.

No puedes engañar a la fisiología, lo que gasta de más en los primeros kilómetros lo pagas con intereses al final y eso es justo lo que le pasa a la mayoría de los corredores en maratón.

Que confunden sentirse bien con poder ir más rápido.

Ahora te cuento como trabajamos esto dentro del Programa Correa Inteligente, pero antes, después de escuchar estas 2 historias, ya sabrás perfectamente en cuál de los 2 Grupos te encuentras coméntame cuál es tu próxima carrera y si has cometido alguno de estos errores que he mencionado de Juan el loco del volumen.

Si te identificas con él, no te preocupes, literalmente todos hemos sido Juan en algún momento y yo el primero, pero la buena noticia.

Ya es que puedes convertirte en Luis y puedes hacerlo desde hoy mismo.

Solo necesitas cambiar tu mentalidad de más y mejor.

A inteligente es mejor.

En correo inteligente trabajamos exactamente con esta filosofía.

No se trata de que entrenes más horas, se trata de que cada minuto que dedicas al entrenamiento sea el correcto.

En la intensidad correcta y en el momento correcto del plan.

Tenemos corredores que han bajado 15 o 20 segundos por kilómetros en sus mejores.

Marcas entrenando mucho menos tiempo del que lo hacían antes porque han aprendido a entrenar con cabeza y no solo con el corazón.

Si estás cansado de ser como Juan, si estás cansado de lesionarte cada vez que intentas dar un paso adelante.

Si quieres convertirte en Luis, un corredor inteligente y empezar a mejorar tus marcas de forma consistente y sin lesiones, entonces.

Por inteligente es exactamente el programa que necesitas.

Vamos a trabajar juntos durante 12 semanas completas.

Te voy a enseñar exactamente cómo planificar tus entrenamientos en bloques, cómo distribuir las cargas, cómo entrenar en las zonas correctas, cómo hacer los entrenamientos específicos y, sobre todo, cómo llegar al día de la carrera con un plan realista y ejecutable.

Es muy fácil.

Mándame un WhatsApp o un mensaje privado por Instagram.

He dejado el enlace directo en la descripción porque justamente el mejor momento para empezar a entrenar de manera inteligente es ahora porque tu próxima carrera se entrena hoy, no mañana.

Cada día que sigues entrenando como Juan es un día menos para convertirte en Luis, el corredor inteligente.

Y ahora quiero que vayas a ver este otro vídeo donde hablo de los 3 entrenos que debes incluir sí o sí en tu próxima maratón.

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