La tremenda corte!

Audiencia pública.

El tremendo juez de la tremenda corte va a resolver un tremendo caso.

Buenas noches, secretario.

Buenas noches, señor juez.¿ Cómo sigue de salud?

Ahí.

Oye, hace dos semanas que estoy yendo al médico todos los días.¿ Y eso, doctor?¿ Qué es lo que tiene?

¿Quién?

¿Usted?

No, yo nada.

El que tiene es el médico.¿ Qué es lo que tiene

el médico?

Una enfermera que está lindísima.¡ No me diga!¿ Por eso es por lo que usted está yendo todos los días al médico?

Claro que sí.

Usted es

una

persona discreta.¿ Cómo no,

doctor?

Me guarda el secreto si le digo una cosa de esa enfermera.

Sí, cómo no.

Dígamela, dígamela.¿ De qué se trata?

De una idea que se me ha ocurrido.¿ Qué idea es esa?

Dejarlo cesante a usted para traerla de

secretaria a ella.

No, no.

Un momento.

Ni jugando me diga eso.

Eso usted no me lo puede hacer a mí.¿ Cómo que no se lo

puedo hacer?

No, señor.

Déjese de enamoramiento a estas alturas, hombre.

Que ya usted está muy viejo para comer tantas aibas.

Póngase 20 aibas de multa por faltarle respeto a su jefe.

Pero, señor juez...

Pero nada!

Póngase las 20 aibas y dígame qué caso tenemos hoy.

Está bien, señor juez.

Lo que tenemos hoy es un hurto seguido por un maltrato de obra.

¿Cómo, cómo?¿ Un hurto seguido por un maltrato de obra?

Sí, doctor.

Mire, porque el acusado primero cometió un hurto.

Sí.

Y después de eso le entró a palos a la mujer que lo denunció.¿ Y dónde ocurrió todo eso?

En una guarapera.

Pues llame a los complicados en ese guarapericidio.

Enseguida, señor juez.

Luz

María Nananina!¡ Aquí como todos los días!¡ Rudecindo Caldeiro y Escoviña!

¡Gente!¡ José Candelario Tres Patines!¡ A la reja

Vamos a ver quién es el acusado.

Ay, no empieces a preguntar boberías, compadre.

Mire para la cara de Tres Patines, doctor, y conteste con toda sinceridad.¿ No le dice nada a ese rostro?

No, Rudecín, del rostro de Tres Patines no le puede decir nada al señor juez.¿ Por qué?

Porque el cemento no habla.

Óigame,¿ y las cotorras hablan?

Las cotorras sí.

Entonces no hay problema, siga usted hablando, señora.

No, un momento, eso sí que no se tolera

Ya, ya, nananina, no me forme escándalos aquí.

Es

que me ha llamado Cotorro,

señor juez.

Y usted no me

llamó Cemento, mi primero.

He dicho que ya.

Pero

es que ella dice la cosa primero.

He dicho que ya.

¿Sí?

A ver, Tres Patines,¿ usted es el acusado?

Me mandaste a que me callara.

Pero le pregunto ahora.

Ah, bueno

Pues sí, qué cosa más rara, ¿verdad, chico?

Porque, óyeme, la verdad es que nunca había pasado eso.

Pero

cómo va a decir que nunca había pasado eso si usted viene acusado todos los días?

No, no, señor.

No, no, es verdad eso.

Yo no vengo acusado todos los días

Ah, ¿no?

No, yo vengo acusado todas las noches.

Para el caso es lo mismo.

Es lo mismo, Tres Patines.¿ Para qué caso?

Para el que se va a juzgar aquí.

Ah,¿ pero aquí se va a juzgar un caso?

Claro que sí.

Entonces yo me puedo ir,¿ no es eso?

No, señor.¿ Por qué se va usted a ir?

Porque yo no soy un caso, chico.

Yo soy una persona, chico.

Pues aunque sea una persona.

Dígame usted, Rudecindo,¿ qué fue?

Dime, hijo, dime, anda.

Pero diciendo, primeramente usted me llama bobo a mí.

¿Yo?

Sí, señor.

Me dice que me deje de bobería.

Y ahora me dice, niño,

póngale 10 pesos

de multa

Sí, ¿verdad?

Que primero le dijiste bobo y ahora dijo,¿ tú tienes algún hijo bobo?

Póngale 20

pesos

a Trapatero.

No, pero eso no es querer decirle bobo a él.

Aunque él lo sea, yo no soy capaz de...

Póngale 100 pesos

más de multa.

¿Cuánto?

¡Cien!

Muchísimas gracias De nada

Vamos a ver, dígame,¿ qué fue lo que hizo hoy Tres Patines?

Bueno, pues verá usted, mi querido Tornó, creo que usted conoce a mi sobrino Masiminu,¿ no es así

Sí, lo conozco de referencia.¿ De dónde?

De referencias.

Me extraña, porque él no ha estado nunca en ese pueblo.

Momento, Rudecindo.

Referencia no es ningún pueblo.

Qué es entonces?¿ Una aldea?

No, señor.

Lo que le quiero decir es que conozco a ese sobrino suyo de oídas.

Porque usted me ha hablado otras veces de él.

Ah, bueno.

Está bien.

Y a Nena Nina tampoco la conoce usted, ¿verdad?¿ Cómo no la voy a conocer, Rudecindo?

Usted se imagina que yo soy bobo.¿ Cómo dice?

Que si usted se imagina que yo soy bobo.

Es una opinión que usted me pide.

Y es una opinión que yo le pido.

Y si contesto que sí,¿ cuánto me pones de multa?

Cien pesos.

Ah, no, entonces no.

Cien

pesos de multa, de todos

modos.¿ Pero y eso por qué, doctor?

Por dudar

Cuando yo le pregunto que usted se imagina que yo soy bobo, usted no puede ponerse a dudar de ninguna manera.

Claro

que no, Rodesino.¿ Cómo te va a poner a dudar?

Parece mentira que no te dé cuenta, chico.

Lo que tú tienes que hacer es contestarle enseguida que sí, ¿verdad, chico?

Claro

que

sí

¡No, no!

¡No!

Lo que tiene que hacer es contestarme enseguida que no.¿ Pero que no qué, chico?

Que no soy bobo.¿ Pero en qué quedamos?¿ Tú no dices que en el jugado no se deben decir mentiras?

Cien pesos de multa a usted también por meterse donde no lo llaman.

Y explíqueme usted, señora,¿ qué les pasa hoy con Tres Patites

Que es un bandolero y un abusador, señor juez.

Figúrese usted que, porque yo le dije a Rudecindo que él le estaba robando los vasos del establecimiento, me dio una paliza que por poco me mata.

Vamos, no sea exagerada, señora, que yo la traté con mucha dulzura.

Con mucha dulzura y me tuvieron que llevar cargada entre cuatro hasta la casa de socorro?

Bueno

sí, pero la tuvieron que llevar cargada entre cuatro porque usted pesa mucho, ¿no?

Póngase a plan para adelgazar y verá que la próxima vez la pueden llevar entre dos nada más

No, no, no, de eso nada.

La próxima vez lo voy a hacer correr de usted porque me voy a comprar un revólver y le voy a llevar a usted tiro por la cabeza, llevo el revólver en la cartera y le voy a vaciar el revólver en el cráneo.

Con

la venia de la sala.¿ Esto la tiene?

A pesar de la...

de lo mal coordinada que está la amenaza de la

señora...

Yo le ruego al tribunal que tome nota de que la nanina me está amenazando con comprarse un revólver.

Muy bien.¿ Y usted no le dio una paliza a ella?¿ Por eso es que ella habla así?

Bueno,

sí, pero sin amenaza

Es que este

hombre

me tiene albao, señor juez

Albao me

tiene

Eso es, pero de manera que lo mío no hay delito, chico.

Por

qué

No, chico, esa fue una paliza en defensa propia.

Para que Nananina no le vuelva a decir arrudeciendo que yo le robo los vasos de su establecimiento, chico

Aunque en defensa propia.

En defensa propia, chico.

En defensa propia.

En defensa propia y la ha puesto usted a hablar al revés.

¿Eh La ha puesto a hablar al revés.

No, no, ya ella estaba así, trocada ya, ¿eh?

Dígame, Rudecindo,¿ qué establecimiento es el que tiene usted ahora?

Una guapera,

señor juez

¿Guapería?¿ Usted tiene una casa de guapería?

No, hombre, no.¿ Dónde se despacha?

Ah, Guarapo, chico.

Ah, guapera.

Guara.

Guara.

Guarapera.

Guara, la jara.

Bueno

pues, señor juez, no vamos a decir que sea una guarapera de lujo ni nada de eso, ¿no?

Pero, en fin, el guarapo que damos allí es de primera calidad...

y contiene todas las vitaminas recomendadas por la ciencia médica para rejuvenecerse, ¿no?

¿Usted, por casualidad, necesita alguna de esas vitaminas, doctor?

No,

señor, no necesito vitaminas.

Pues si algún día las necesita, pues no deje de pasar por mi establecimiento...

porque, óigame usted, el guarapo que servimos en el mismo...¿ Sirve para tomar y hacer transfusiones al mismo tiempo?

También sirve para transfusiones.¿ Cómo no?

Si usted quiere que le haga efecto más rápido, pues se lo inyecta usted y travenoso, y nota usted la mejoría enseguida

Venga acá,¿ y hay inyecciones de guarapo?

Oh, ya lo creo que sí, doctor.

Vamos a decir que son tan buenas...

Que sean tan buenas como las inyecciones de caldo gallego, ¿no?

Pero en fin, son bastante buenas también y se pueden recomendar.

Sí, las

inyecciones de guarapo son buenas.

Pero yo me la puse una vez y me cayó un hormiguero en la nariz, chico

Cómo que le cayó

a un hormiguero?

Una hormiga en la nariz, guarapo.¿

Tendría alguna hormiga en el guarapo?

Usted sabe que entre la caña se va alguna hormiga que otra, y al tomar se le va por la nariz y le viene la picazón.

Bueno, venga acá.¿ Qué pasó en esa guarapera?

Porque yo desde hacía cuestión de tres o cuatro semanas, doctor, minutos más o minutos menos, venía notando que todos los días me robaban cinco o seis vasos.

Y entonces se lo dije a mi sobrino Masiminín, que es socio mío en el negocio, ¿no?

Ah,

vamos, lo ascendió usted a gerente.

Sí, señor.

El establecimiento se llama el Capitolio del Guarapo de Caldeiro y Sobrino S.N.C.

Es una sociedad encomandita, no?

No, señor.

Es una sociedad anónima.

¿Anónima?

Venga, calla.

Entonces,¿ qué quiere decir ese en C?

Servimos en camiseta.¿ Cómo en camiseta?

Claro

doctor.¿ Usted cree que yo me voy a poner a despachar guarapo con cuello y corbata?

Bueno, está bien.¿ Y qué más?

Pues que mi sobrino, doctor, se puso a investigar...

hasta que se enteró de que Tres Patines era el que nos estaba robando los vasos

Bueno, está bien.¿ Y cómo se enteró de eso su sobrino?

Porque nena nena se lo dijo...

Ah,¿ usted fue quien se lo dijo?

Sí,

señor, se lo dije porque es verdad.

No, señora, no era verdad.

Sí, señor, que es verdad que usted se robaba los vasos.

Ya usted se da cuenta, señor, ¿eh?

Por eso le tuve que dar una paliza yo

Bueno, bueno.

Bueno, Tres Patines, yo, lo único que me faltaba a mí era ver eso de usted darle a una mujer.

No,

chico, pero...

No sé, estoy

aquí en el terreno particular

Qué susticia!¡ Qué susticia!¡ Qué estirticia

Oígame, aquí en el terreno particular, oígame, eso de darle a una mujer, se le deben caer las manos

a usted.

A las mujeres no se le pega, las mujeres se acarician.¿ Usted me entiende?

A la mujer nunca se le levanta la mano.

Así que ella

le mete el chisme al otro

para que el

otro me dé el cierre

y no lo voy a acariciar.

La regaña.

Ahora,

así de una paliza con dulzura,

se lo demostraré

Me lo

va a demostrar donde usted quiera, pero de todas maneras es censurable que usted, un hombre como usted, yo le admito que usted robe, que mate, pero a una mujer Usted que siempre ha adorado a las mujeres.

Mire, Cucucita, como usted la adora.

Sí Verdad o no es verdad?

Sí,

sí, sí.

Su novia de los años cuántos años llevan de novio ustedes?

108, doctor.

Entonces usted era novio de ella antes de nacer.

Sí, sí.

Ah,¿ ve usted?

Bueno, eso lo arreglamos luego.

Pero de todas maneras, usted le pegó a ella y lo que sea, pero usted se robaba los vasos.¿ Sí o no?

Sí.

Digo, no, espérate, espérate.

No.

Es que tú te pones a hablar de una cosa y me agarra.¿ Qué dije primero yo?

Que

sí.

Bueno, pues no haga caso.

Donde yo dije que sí, borra eso y pon que no No, no se borra nada, tres patines.

Ya usted ha confesado.

Sí, pero es que confesé sin querer.

De manera que así no sirve.

Sí sirve.

No sirve, chico, que el código lo dice, chico.

Dónde dice eso el código?

En el artículo 175, chico.

Cuál es el artículo 175?

Hombre

el que viene detrás del 174, chico.

Eso ya lo sé,

Tres Patines.

Ah, lo sabe.¿ Y entonces para qué me lo pregunta, chico

No le pregunto eso, Tres Patines.

Yo le pregunto lo que dice.¿ Lo que dice quién?

Ese artículo.¿ Qué artículo, chico?

El artículo 175 del código.¿ Qué sé yo, chico?

Yo no lo he leído nunca.¡ No me grites!

No

pero es una bobería.

Ahora hay que aprenderse la cosa de

memoria.¡ No me grites!

¡Hombre!

No

estoy

gritando, chico.¡ No me acabe con la paciencia!

Dígame

la verdad.¿ Usted se robaba los vasos?

No, chico.

Palabra que no.

Los vasos esos yo los compraba, chico.¿ Cómo que los compraba?

Sí, porque lo que pasó fue que yo me decidí a trabajar...

cosa bastante rara en mí.

Sí.

Porque yo no suelo hacer esas cosas, ¿no?

Entonces hice así y me coloqué en un banco, chico.¿ Se colocó usted en un banco?

No, chico

Me coloqué en un banco.

Eso le estoy diciendo que se colocó en un banco.

Ah, entonces son dos bancos ahora.

No, señor, es uno solo.

Porque el banco que digo yo es el mismo que dice usted.

¿Seguro?

Dónde queda el banco que digo yo

No sé.

Entonces,¿ cómo tú sabes que es el mismo que dice tú?¡ All right

No es el mismo entonces.

Pero dígame,¿ qué pasó en ese banco?

Qué pasó en ese banco?¿ En cuál de los dos bancos?

En el que dice usted, en el que usted se colocó.

Ah, bueno.

Pues que a los tres días resulta que en el banco me llamaron por un lado y me dijeron, tienes que irte.¿ Me votaron?

Sí.

Porque el director del banco, pues, no sé, me cogió quinina.

Cómo

quinina?

El hombre me cogió quinina

¿eh?

Inquina.

Tú estabas

allí, ¿no

No, señor.

Ah, sí.

Inquina, es verdad eso, Luz

Nada de inquina.

El director lo votó porque usted no trabajaba.

Bueno, eso mismo, el director del banco me cogió eso...

Inquina Inquina porque yo no trabajaba, sí.

Pero,¿ dónde está la inquina?

Usted trabajaba

Bueno, no, yo no tiraba un chícharo, esa es la verdad, ¿no?

Pues entonces tenía que botarlo.¿ Pero por qué motivo, señora?

Aquello no era un banco.

Sí.

Y los bancos no son para descansar, caballero.

Bueno, bueno.

Vamos a suponer que sí, continúe, Tres Patines.¿ Qué más pasó?

Bueno, que cuando me botaron del banco, yo me enteré de que Rulecindo tenía una guarapera.

Y entonces dije, lo mejor que yo hago es abrir otra guarapera.

Porque la materia prima, gracias a Dios, pues no me va a faltar.¿ Y

por qué no le iba a

faltar?

Porque la idea de mamita era abrir una guayabera, pero...¿ Y por qué no le iba a faltar?

¿Eh?¿ Por qué?

Porque teniéndola arrojeciendo, pues no me iba a faltar a mí,¿ lo sabe?

Claro que no, porque ya usted se encargaría de robársela.¿ Usted está oyendo eso?¿ Esta mujer está empeñada, chico, en que yo le dé otra paliza?

Ya

se guardará usted de dársela.

No, doctor, oiga, no deje que se guarde él.

Guárdelo usted primero.

Yo

sé lo que tengo que hacer, Rodesimo.

Muchísimas gracias, doctor.

Explíqueme, Tres Patines,¿ qué fue lo que pasó con esos vasos?

Bueno, porque ya como que desistí de abrir la guayabera que quería abrir...

Qué guayabera

La guarapera?

No, guayabera, jugo de guayaba.

Ah,

guayabera

sí,

sí.

Mamita

quería ver el jugo de guayaba

Pues entonces...

Pues entonces lo que pasó con esos vasos es que yo abrí la guarapera

en

el reparto Almendares para que estuviera bien lejos de la de Rudecindo.

Dónde está la de Rudecindo?

En el reparto La Arcaña,

doctor.

Bueno,¿ y qué más?

Bueno, que cuando yo abrí la guarapera dije, lo primero que necesito aquí son vasos.

Y yo lo iba a comprar en la ferretería, pero luego pensé que me salía más barato conseguírmelo en el establecimiento de Rulecindo.

Y cómo lo conseguía usted?

Fácil, chico.

Yo llegaba y esperaba que hubiera bastante gente y entonces le decía a Rulecindo, póngame un vasito ahí.

Yo le daba lo tranquilo, él me daba el vaso, yo me bebía el guarapo y luego me guardaba el vaso en el bocino.¿ Y eso no era un robo, Tres Patines?

No hay robo, eso era una compra.¿ Cómo que era una compra

Sí,

porque en la puerta de esa guarapera hay un letrero que dice a tres centavos el vaso.

Y por cada vaso yo pagaba tres centavos, de manera que ahí

no había

ningún robo, chico

Pero¿ cómo no lo iba a ver, compadre?

Lo que yo vendo a tres centavos es el líquido.

No,

chico, allí no dice a tres centavos el líquido, sino a tres centavos el vaso.

Y el vaso no es líquido, sino es sólido, chico

Entonces era así como se llevaba usted los vasos

Sí, luego daba la vuelta por entrada de la casa, que es donde Rulecindo tiene el almacén, y me llevaba un par de arrobitas de caña.

Pero la caña me la robaba usted también.

No,

chicos, nada de robaba.

Las cañas que tú tienes allí, comprende, no son para el que las quiera.

No, señor, son para mi negocio, que para eso las pago.

Ah, pues yo creí que tú las repartías a la gente, porque eso es lo que dicen los anuncios.

Qué anuncios?

Unos papelitos que repartió Rulecindo por el barrio, chicos

Y qué dicen esos papelitos?

Dice, Guarapera de Rulecindo, la mejor de Cuba, reparto las cañas.

¡Ay, bendito sea Dios!

¡Ay bendito

sea Dios!

Eso de reparto las cañas era la dirección de mi establecimiento, compadre.

Ah, yo

pensé que era que tú repartías las cañas y todos los días yo me llevaba cinco

o seis

arrobas.

Hay algún delito ahí

Que sí lo hay, luego se lo diré porque primero hay que aclarar otro asunto.

Usted fue la que descubrió el robo, nananina.

Sí

señor, y yo le avisé a Maximino para que Tres Patines nos siguiera robando.

Exactamente, doctor.

Entonces Maximino me lo dijo a mí.

Cuando vino Tres Patines le dije que no volviera más por mi guarapera porque ya me habían dicho que se robaba los vasos.¿ Y

usted le dijo que era Nananina quien lo había descubierto?

Sí, pero yo lo hice porque Tres Patines me juró que sólo quería saber qué persona lo había denunciado para aclarar las cosas delante de ella y que no sólo no se iba a poner bravo, sino que la iba a tratar con mucha dulzura.¿ Usted no dijo eso?¿ Cómo no?

Yo lo dije, chico.

Pues en cuanto se apareció una nanina, doctor, Tres Patines agarró un trozo de caña así de gordo, doctor, y se lo rompió a las costillas.

Usted tuvo la culpa por decirle que había sido yo.¿ Usted no sabe que Tres Patines es un traicionero?¿ Traicionero de qué?

Se fue a alguna traición?

Sí, porque usted le juró a Rudecindo que la iba a tratar con dulzura.

Y la traté con dulzura, chico.¿ Qué va a decir que me trató con dulzura?

Si apenas me vio me entró a golpe, hombre.¿ Pero con qué le di

esos golpes?¿ No fue con una caña de azúcar?

Sí.

Hombre, yo creo que una paliza con una caña de azúcar, óyeme, es dulce.

Callésela.

Escriba ahí, secretario.

Venga la sentencia.

Por los vasos y la caña para su establecimiento, solo le pongo una guaña para que salga contento.

Pero por el palizón que le dio usted a Nananina, le agregaré una propina de seis meses de prisión.

Con Leopoldo Fernández, Aníbal Demar, Mimical, Adolfo Otero y Miguel Ángel Herrera.

Escribe Castor Bispo.

Producción y dirección Miguel Yao.

Manolo Iglesias que les habla les dice¡ Muy buena suerte amigos!