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Episode Description
Cuatro astronautas viajarán en la misión Artemis 2 de la NASA en 2026, primera tripulación en orbitar la Luna en 50 años
Por Félix Riaño @LocutorCo
Artemis 2 será la primera misión tripulada a la Luna desde 1972. La NASA quiere enviarla entre febrero y abril de 2026. Viajarán tres astronautas de Estados Unidos y uno de Canadá. Será un vuelo de 10 días en la nave Orion para orbitar la Luna sin descender. Esta misión probará sistemas de seguridad y recogerá datos que permitirán aterrizar en la superficie con Artemis 3. La NASA busca adelantarse a China en esta nueva carrera espacial. ¿Qué significa regresar después de medio siglo y por qué ahora sí quieren quedarse?
Han pasado más de cinco décadas desde que Neil Armstrong dio el primer paso en la Luna. Desde entonces, ningún ser humano ha vuelto a viajar tan lejos. Ahora, la NASA se prepara para Artemis 2, un vuelo tripulado que orbitará nuestro satélite entre febrero y abril de 2026. Será un viaje de 10 días con cuatro astronautas: tres estadounidenses y un canadiense. La misión no aterrizará, pero pondrá a prueba la nave Orion y el cohete SLS, esenciales para futuros viajes. Esta misión también es parte de una competencia global: China tiene previsto alunizar con su propio programa antes de 2030. ¿Estamos entrando en una nueva carrera lunar?
Artemis es el nombre que la NASA eligió para su programa lunar. Se llama así por la diosa griega de la Luna, hermana gemela de Apolo. El nombre conecta directamente con el recuerdo de los viajes Apolo de los años sesenta y setenta. Artemis 1, en 2022, fue la primera prueba: un vuelo no tripulado que verificó el funcionamiento del cohete SLS y la cápsula Orion. Aunque hubo fallas en el escudo térmico, los ingenieros corrigieron los problemas. Ahora Artemis 2 será la primera misión con humanos. Durante 10 días, la tripulación practicará maniobras de comunicación, verificará sistemas de soporte vital y observará la Luna desde órbita. No habrá alunizaje, pero este paso es indispensable para que Artemis 3, planeada para 2027, ponga de nuevo pies humanos sobre la superficie lunar.
El regreso humano a la Luna no ocurre en un vacío científico. Tiene un fuerte componente geopolítico. En los años sesenta la competencia fue con la Unión Soviética. Hoy la rivalidad es con China, que avanza con rapidez. Pekín ha diseñado un plan claro: usar su nave Mengzhou para orbitar la Luna, un módulo llamado Lanyue para descender y un cohete CZ-10 para lanzar estas piezas al espacio. Planea probar ese cohete en 2027 y enviar su primera misión tripulada con alunizaje antes de 2030. Además, han desarrollado el traje Wanu y un explorador lunar llamado Tano para dar movilidad a sus astronautas. Todo esto muestra que China quiere establecer presencia en el satélite, no como visita breve, sino como primer paso hacia bases permanentes. Estados Unidos no quiere perder la delantera, pero la presión por llegar primero genera tensiones dentro de la NASA: algunos funcionarios han advertido que acelerar puede poner en riesgo la seguridad de los astronautas. ¿Vale más la política que la vida humana?
La NASA insiste en que Artemis 2 será segura. Tras las fallas de Artemis 1, los ingenieros cambiaron la trayectoria de reentrada para reducir el estrés en el escudo térmico. Los cuatro astronautas —Reid Wiseman, Victor Glover, Christina Koch y Jeremy Hansen— han entrenado años para enfrentar cualquier emergencia, desde un corte de comunicaciones hasta fallas en motores o problemas de salud en pleno vuelo. El plan es que Artemis 2 demuestre que la cápsula Orion y el cohete SLS están listos para misiones más largas. Mientras tanto, el calendario aprieta: China se prepara para su propio alunizaje con el CZ-10 antes de 2030. Si Artemis 2 sale bien, Estados Unidos podría mantener la ventaja con Artemis 3 en 2027, donde sí habrá descenso. Pero lo más importante es que ambas potencias están pensando en lo mismo: establecer bases permanentes en la Luna que servirán como plataformas de lanzamiento hacia Marte. Esa visión cambia por completo el sentido de la exploración espacial.
El valor de Artemis 2 no se mide solo en lo que haga en órbita lunar. La nave llevará experimentos médicos para estudiar cómo el espacio profundo afecta a los astronautas: se tomarán muestras de sangre y saliva para medir hormonas, densidad ósea y masa muscular. Además, los astronautas vivirán diez días en un espacio muy reducido, equivalente al de una furgoneta grande, lo que servirá para evaluar efectos psicológicos del aislamiento. Orion también llevará chips biológicos llamados AVATARs, con tejidos humanos en miniatura para analizar los efectos de la radiación cósmica. Mientras tanto, China planea que su módulo Lanyue permita estancias cortas en la superficie, con la ayuda del explorador Tano. Allí buscarán agua, analizarán el suelo y probarán nuevas tecnologías. Estados Unidos apuesta por ir paso a paso, primero orbitando y luego alunizando. China, en cambio, busca llegar directo al objetivo: un alunizaje en menos de cinco años. Esta diferencia de estrategias muestra que el siglo XXI tendrá una Luna compartida, donde la cooperación o la competencia decidirán el futuro.
Artemis 2 será el primer viaje tripulado a la Luna en más de 50 años. Aunque no habrá alunizaje, será la base para futuros asentamientos lunares. China también prepara su llegada con la nave Mengzhou, el módulo Lanyue y el cohete CZ-10 antes de 2030. El futuro de la Luna ya no es ciencia ficción: será escenario de cooperación o competencia. Te invito a seguir y comentar este pódcast en Flash Diario.
En 2026 Artemis 2 orbitará la Luna. China prepara su propio alunizaje antes de 2030 con nuevas naves, trajes y exploradores.
📚 Bibliografía
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Por Félix Riaño @LocutorCo
Artemis 2 será la primera misión tripulada a la Luna desde 1972. La NASA quiere enviarla entre febrero y abril de 2026. Viajarán tres astronautas de Estados Unidos y uno de Canadá. Será un vuelo de 10 días en la nave Orion para orbitar la Luna sin descender. Esta misión probará sistemas de seguridad y recogerá datos que permitirán aterrizar en la superficie con Artemis 3. La NASA busca adelantarse a China en esta nueva carrera espacial. ¿Qué significa regresar después de medio siglo y por qué ahora sí quieren quedarse?
Han pasado más de cinco décadas desde que Neil Armstrong dio el primer paso en la Luna. Desde entonces, ningún ser humano ha vuelto a viajar tan lejos. Ahora, la NASA se prepara para Artemis 2, un vuelo tripulado que orbitará nuestro satélite entre febrero y abril de 2026. Será un viaje de 10 días con cuatro astronautas: tres estadounidenses y un canadiense. La misión no aterrizará, pero pondrá a prueba la nave Orion y el cohete SLS, esenciales para futuros viajes. Esta misión también es parte de una competencia global: China tiene previsto alunizar con su propio programa antes de 2030. ¿Estamos entrando en una nueva carrera lunar?
Artemis es el nombre que la NASA eligió para su programa lunar. Se llama así por la diosa griega de la Luna, hermana gemela de Apolo. El nombre conecta directamente con el recuerdo de los viajes Apolo de los años sesenta y setenta. Artemis 1, en 2022, fue la primera prueba: un vuelo no tripulado que verificó el funcionamiento del cohete SLS y la cápsula Orion. Aunque hubo fallas en el escudo térmico, los ingenieros corrigieron los problemas. Ahora Artemis 2 será la primera misión con humanos. Durante 10 días, la tripulación practicará maniobras de comunicación, verificará sistemas de soporte vital y observará la Luna desde órbita. No habrá alunizaje, pero este paso es indispensable para que Artemis 3, planeada para 2027, ponga de nuevo pies humanos sobre la superficie lunar.
El regreso humano a la Luna no ocurre en un vacío científico. Tiene un fuerte componente geopolítico. En los años sesenta la competencia fue con la Unión Soviética. Hoy la rivalidad es con China, que avanza con rapidez. Pekín ha diseñado un plan claro: usar su nave Mengzhou para orbitar la Luna, un módulo llamado Lanyue para descender y un cohete CZ-10 para lanzar estas piezas al espacio. Planea probar ese cohete en 2027 y enviar su primera misión tripulada con alunizaje antes de 2030. Además, han desarrollado el traje Wanu y un explorador lunar llamado Tano para dar movilidad a sus astronautas. Todo esto muestra que China quiere establecer presencia en el satélite, no como visita breve, sino como primer paso hacia bases permanentes. Estados Unidos no quiere perder la delantera, pero la presión por llegar primero genera tensiones dentro de la NASA: algunos funcionarios han advertido que acelerar puede poner en riesgo la seguridad de los astronautas. ¿Vale más la política que la vida humana?
La NASA insiste en que Artemis 2 será segura. Tras las fallas de Artemis 1, los ingenieros cambiaron la trayectoria de reentrada para reducir el estrés en el escudo térmico. Los cuatro astronautas —Reid Wiseman, Victor Glover, Christina Koch y Jeremy Hansen— han entrenado años para enfrentar cualquier emergencia, desde un corte de comunicaciones hasta fallas en motores o problemas de salud en pleno vuelo. El plan es que Artemis 2 demuestre que la cápsula Orion y el cohete SLS están listos para misiones más largas. Mientras tanto, el calendario aprieta: China se prepara para su propio alunizaje con el CZ-10 antes de 2030. Si Artemis 2 sale bien, Estados Unidos podría mantener la ventaja con Artemis 3 en 2027, donde sí habrá descenso. Pero lo más importante es que ambas potencias están pensando en lo mismo: establecer bases permanentes en la Luna que servirán como plataformas de lanzamiento hacia Marte. Esa visión cambia por completo el sentido de la exploración espacial.
El valor de Artemis 2 no se mide solo en lo que haga en órbita lunar. La nave llevará experimentos médicos para estudiar cómo el espacio profundo afecta a los astronautas: se tomarán muestras de sangre y saliva para medir hormonas, densidad ósea y masa muscular. Además, los astronautas vivirán diez días en un espacio muy reducido, equivalente al de una furgoneta grande, lo que servirá para evaluar efectos psicológicos del aislamiento. Orion también llevará chips biológicos llamados AVATARs, con tejidos humanos en miniatura para analizar los efectos de la radiación cósmica. Mientras tanto, China planea que su módulo Lanyue permita estancias cortas en la superficie, con la ayuda del explorador Tano. Allí buscarán agua, analizarán el suelo y probarán nuevas tecnologías. Estados Unidos apuesta por ir paso a paso, primero orbitando y luego alunizando. China, en cambio, busca llegar directo al objetivo: un alunizaje en menos de cinco años. Esta diferencia de estrategias muestra que el siglo XXI tendrá una Luna compartida, donde la cooperación o la competencia decidirán el futuro.
Artemis 2 será el primer viaje tripulado a la Luna en más de 50 años. Aunque no habrá alunizaje, será la base para futuros asentamientos lunares. China también prepara su llegada con la nave Mengzhou, el módulo Lanyue y el cohete CZ-10 antes de 2030. El futuro de la Luna ya no es ciencia ficción: será escenario de cooperación o competencia. Te invito a seguir y comentar este pódcast en Flash Diario.
En 2026 Artemis 2 orbitará la Luna. China prepara su propio alunizaje antes de 2030 con nuevas naves, trajes y exploradores.
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